El Crucifijo, siempre presente en la sede de la Unión de Hermandades, en la calle Curtidores. :: XXX
Jerez

Crucifijos en el Consejo

Después de proteger el derecho a la vida, el órgano directivo vuelve a implicarse en temas socialesLa Unión de Hermandades insiste en la defensa del símbolo de la cruz

JEREZ. Actualizado: Guardar
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No se trata sólo de poner palcos en la plaza del Arenal o en el Consistorio. Tampoco de administrar con elegancia los problemas generados entre las cofradías, o de ayudar en todo lo materialmente posible en las necesidades que existan en nuestra ciudad gracias a un presupuesto exigente en la partida de caridad. No es sólo eso ser presidente del Consejo, o formar parte de este órgano directivo de nuestras corporaciones religiosas.

Se trata de estar al tanto de lo que la sociedad va marcando, y de defender a capa y espada a la Iglesia de los ataques que la propia sociedad le pueda ir asestando.

Así al menos parece que lo han entendido los cofrades que pasan las horas en la calle Curtidores, que tras defender con vehemencia la postura de los Obispos en relación al aborto, ahora hace lo propio con un comunicado en el que defienden el papel relevante del crucifijo en la cultura e historia propia de Occidente.

Con los brazos abiertos. Así se titula la nota de prensa que ha mandado el Consejo en nombre de todas las cofradías, y en ella rechaza de plano los ataques que el crucifijo, el símbolo más importante del cristianismo, está recibiendo en la actualidad desde algunos sectores de la sociedad. «No puede ser tan malo el signo de la cruz para proscribirlo de los lugares donde ha permanecido durante siglos. Durante siglos los brazos abiertos del Dios hombre que murió por nosotros han bendecido aulas, salas de hospital, tribunales, etc. y jamás hicieron daño a nadie, todo lo contrario». Con esta rotundidad, el Consejo que dirige Manuel Muñoz Natera vuelve a situarse al frente la Iglesia local, y da un paso más en las competencias que tiene asignadas desde el Obispado. Una Unión de Hermandades más social, más comprometida que nunca. Más enraizada con su jerarquía eclesiástica, a la que defiende y apoya sin esperar que ésta solicite ayuda.

«En un centro público, tras retirar un crucifijo, se esforzaban en borrar de la pared la marca de la cruz que allí quedaba no consiguiéndolo del todo a pesar de las capas de pintura que aplicaban sobre el lugar. Parece como si las paredes tuvieran mejor memoria que el corazón de algunos hombres». Esta pérdida de memoria a la que hace referencia el comunicado es la que los cofrades quieren ahora recuperar, ya que desde el Obispado se ha instado a las hermandades y cofradías a hacer públicas protestaciones de fe con sus pasos en las calles y con sus actos cultuales, en una reciente reunión que mantuvo la máxima autoridad de la diócesis con las hermandades y cofradías de la ciudad. Un nuevo paso al frente de un Consejo que ha querido recordar la incidencia que ha tenido la Iglesia en el Arte, el pensamiento y la cultura de una civilización, y el papel destacado que han tenido los cristianos en la misma.