Músicos contra la piratería

El manifiesto firmado por 2.500 artistas españoles y la concentración convocada ayer para exigir al Gobierno medidas «valientes» contra la piratería musical reflejan la profunda inquietud de un sector de la creación cultural que ha visto declinar sus beneficios al compás en que han ido creciendo las descargas ilegales de los usuarios de Internet. La excepcional propagación de las redes P2P (persona a persona) no sólo ha erosionado la protección de los derechos de autor, también ha golpeado con dureza a una industria que sustenta miles de puestos de trabajo, parte de los cuales se han perdido por efecto primero del 'top manta' y, después, por las descargas gratuitas. La precisión realizada ayer por la ministra de Cultura, asegurando que la normativa incluida en la nueva ley de Economía Sostenible no actuará contra los usuarios pero sí contra quienes exploten irregularmente obras ajenas, delimita el terreno en el que poder conciliar las legítimas reivindicaciones de los autores con las prerrogativas de los consumidores; algo que debe procurar también la reciente reforma de la UE sobre el mercado de las telecomunicaciones, que prevé la posibilidad de cortar el acceso a Internet sin orden judicial. Pero en cualquier caso, la supervivencia de la industria del disco no dependerá tanto la eficacia de las sanciones y controles sobre los internautas, sino de su capacidad para adaptarse a cambios más profundos en el mercado y los gustos del público.