Ciudadanos

El ex futbolista Pepe Mejías exige 18.000 euros al Cádiz por daños a su imagen

Responsabiliza a la entidad deportiva de haber difundido la denuncia por supuesto acoso sexual a una empleada de El Rosal

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Siente que su imagen pública, vinculada al Cádiz C. F. donde desarrolló gran parte de su carrera deportiva, se ha visto gravemente manchada cuando saltó a la opinión pública que había sido denunciado por supuesto acoso sexual. Pepe Mejías, una de las figuras del cadismo y hasta el pasado verano empleado de la misma entidad deportiva que le vio crecer como futbolista, se ha revuelto contra su club y lo responsabiliza de haber difundido la noticia de su episodio judicial. Curiosamente no arremete contra la mujer que le acusa de haberse sobrepasado con ella en los vestuarios de la ciudad deportiva de El Rosal sino contra el Cádiz, al que le exige 18.000 euros en concepto de indemnización por daños morales.

La denuncia de sus problemas judiciales copó titulares en los medios de comunicación el pasado mes de agosto; si bien el ex futbolista vio como pronto se diluía el interés mediático sobre su persona por culpa de noticias de mayor repercusión que desplazaron su paso por el juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Puerto Real. Sin embargo, el denunciado sostiene que la información salió del club y que esa noticia le ha causado un importante perjuicio. Aunque el caso no está cerrado y se sigue instruyendo, este periódico ha podido saber que la investigación judicial por el supuesto acoso sexual está «prácticamente paralizada» después de que fueran interrogados tanto el ex futbolista como la empleada de El Rosal. Pese a esa aparente lentitud, la titular del juzgado nº 1 de Puerto Real aún no ha tomado una decisión sobre la actuación que tuvo Pepe Mejías en los vestuarios de El Rosal, quien puede terminar delante de un tribunal como acusado.

Demanda de despido

La reclamación de 18.000 euros está incluida dentro de la demanda de despido que planteó el antiguo jugador después de haber sido cesado de sus funciones al frente de la ciudad deportiva de El Rosal, donde ejercía como coordinador hasta el pasado mes de agosto.

Mejías recibía la notificación de la denuncia y dos días después acudía a testificar ante la juez. Según se publicó en su día, en esos momentos el coordinador de El Rosal estaba en situación de baja laboral por enfermedad. Sin embargo, días después, el club le notificaba que era despedido.

La relación que hasta entonces había mantenido un hombre de la cantera amarilla y su equipo se rompía por completo y se declaró una guerra judicial. Mejías respondía a la carta de despido con una demanda en la que no ha habido mediación. Mañana estaba previsto que se celebrara el juicio, paradojas del destino, en los bajos del Estadio Carranza, pero la vista oral ha sido suspendida sin nueva fecha aún. La representación letrada del ex centrocampista defiende que su cliente ha sido despedido de forma improcedente y además de reclamar el tope de indemnización que recoge la ley en estos casos (45 días por año trabajado), incluye la reclamación de 18.000 euros por daños morales.

Más de 30 años ha durado la relación profesional de Pepe Mejías en el Cádiz C. F., donde ingresó en los escalafones inferiores con apenas 12 años; un largo 'matrimonio' que se quebró este pasado verano.

Dos versiones

La supuesta víctima aseguró que el ex coordinador de la ciudad deportiva le abordó supuestamente en los vestuarios de las instalaciones y aprovechando que ambos estaban solos, le acosó con proposiciones de carácter sexual.

El relato que hace el ex jugador no difiere en cuanto al lugar y al hecho de que estaban solos, pero sí es diametralmente opuesto en cuanto a las intenciones. Mejías defendió ante la juez que sólo pretendía gastarle una broma y no aprovecharse de la chica.

Cuando la instructora oyó a las dos partes, tomó una primera decisión, que fue imponer una orden de alejamiento que impide al denunciado acercarse a la supuesta víctima a menos de 200 metros o comunicarse con ella por cualquier medio. Las explicaciones del ex centrocampista no convencieron al club que lo despidió.