El Gobierno pide que se aparque el «alarmismo»
Los partidos catalanes presionan a Montilla para que lidere una respuesta unitaria si el Constitucional recorta el texto De la Vega aconseja que paren las reacciones contra el Constitucional hasta que se conozca el fallo del 'Estatut'
MADRID / BARCELONA. Actualizado: GuardarEl Gobierno recomendó ayer a todos, en especial a los partidos y organizaciones sociales de Cataluña, que se «aparque cierto alarmismo» sobre el futuro del 'Estatut' y la proliferación de juicios de valor basados en filtraciones y que los análisis se dejen para cuando se conozca la sentencia final y real del Tribunal Constitucional.
La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, como un día antes ya hizo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trató de calmar los ánimos y de enfriar la contestación social al Constitucional que ha desencadenado la publicación el miércoles pasado de un editorial unitario en defensa de la norma estatutaria por los doce periódicos que se imprimen en la comunidad autónoma.
Fernández de la Vega aprovechó la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros para asegurar que el Gobierno «respeta» todas las opiniones, las de los partidos y los medios de comunicación que defienden el 'Estatut' y «las contrarias», pero cree necesario introducir «calma y sosiego» en el debate social y esperar a conocer el fallo del Constitucional, que considera que será «razonado y razonable». El Gobierno no sabe a ciencia cierta cuánto tardará el tribunal en tener un fallo pero cree que no será antes de las Navidades.
La portavoz del Ejecutivo, que no perdió la ocasión de recordar que el país se encuentra en este embrollo jurídico y político por culpa de un recurso puesto por el PP contra un texto aprobado por el Parlamento y respaldado en referéndum, indicó que «los debates previos (a la sentencia) no conducen a nada» y que, por el contrario, el alarmismo «puede afectar a la legitimidad del estatuto y del tribunal».
Sin embargo, los llamamientos a la calma del Gobierno no han surtido mucho efecto en Cataluña, donde desde el miércoles se multiplican las instituciones y organizaciones sociales que se adhieren al «espíritu» del editorial en defensa de la norma catalana, que ha convertido en el banderín de enganche de la contestación popular la posibilidad de que el Constitucional mutile el texto aprobado en referéndum. Tras ser alabado por el Ejecutivo catalán, sindicatos y organizaciones empresariales y por todos los partidos de la comunidad excepto el PP, el editorial recibió ayer el apoyo público y expreso de las dos organizaciones que reúnen a la práctica totalidad de los municipios y mancomunidades de este territorio. También ha suscrito su contenido, palabra por palabra, toda la prensa gratuita de Cataluña, que acumula 120 publicaciones en papel y unos 80 medios digitales en Internet.
Al calor del crecimiento de la contestación social, los líderes de CiU y ERC mantienen su presión sobre el presidente de la Generalitat, José Montilla, para que lidere ya el malestar mayoritario y convoque a todos los partidos catalanes a una cumbre en la que se debata y acuerde la estrategia unitaria que se pondrá en marcha si el Constitucional recorta o declara ilegal el 'Estatut'. Montilla, que acepta el papel de catalizador de las reivindicaciones de los partidos, considera, sin embargo, que la cumbre de responsables políticos no debería celebrarse hasta que se conozca el fallo del tribunal.
Hablar y votar igual
Artur Mas, el líder del CiU, reclamó ayer a Montilla que «haga el favor, de una vez por todas, de encabezar un encuentro entre partidos para consensuar la estrategia ante una sentencia adversa». Dijo que el presidente, por otra parte su adversario político, «está paralizado» y no se encuentra «a la altura de las circunstancias», y adelantó que lo que se acuerde en este foro debe trasladarse después a la política nacional por parte de todos los partidos. Todas las fuerzas políticas, incluido el PSC, deben «hablar y votar» en Madrid igual que en Cataluña, avisó.
El presidente del Parlamento catalán, el independentista Ernest Benach, cree que los partidos «están tardando demasiado en reaccionar» y como Joan Ridao, el portavoz de ERC en el Congreso, reclamó también a Montilla que celebre la cumbre de inmediato. Ridao piensa que la estrategia unitaria debe incluir una manifestación multitudinaria si se recorta el 'Estatut' y Benach no descarta que sea precisó convocar otra «marcha preventiva» antes de que se produzca el fallo del Constitucional.
Un tercer responsable de ERC, el vicepresidente de la Generalitat Josep Lluis Carod Rovira, aseguró que «si España no escucha» las legítimas reivindicaciones de las instituciones nadie debe extrañarse de que muchos catalanes opten por decirle «adiós».