Sobriedad catalana ante el arte andaluz
Gerard, en su vuelta a Chapín, firmó un partido muy serio frente a una delantera azulina en la que Antoñito, que debutaba como titular, puso la nota de calidad
Jerez Actualizado: GuardarEl Municipal de Chapín vivió ayer dos momentos simbólicos. Por un lado, Gerard Autet volvía a la que fuera su casa durante cinco temporadas. Por otro, Antoñito conseguía el protagonismo que tanto pedía a Ziganda y se estrenaba como titular en partido oficial de Liga. Dos historias peculiares que se daban cita en apenas 20 metros del maltrecho terreno de juego jerezano.
Viendo jugar al espigado central catalán del Sporting, muchos se preguntarían ayer por qué se dejó escapar a un futbolista que estuvo soberbio, seguro y determinante en el corte. El ex jugador del Xerez estuvo serio en su vuelta a la titularidad, marcando de manera incesante a Mario Bermejo, pero sin dejar de ayudar tanto a su compañero en la zaga (Gregory) como al lateral diestro (Lora).
Por su parte, Antoñito sufrió durante los primeros 45 minutos el marcaje de la defensa del Sporting. El ariete sevillano tenía que pedir el balón entre líneas, iniciando las jugadas de ataque, aunque muy lejos del área sportinguista, donde realmente funciona Antoñito. El trascurrir de los minutos dejaba al xerecista al margen del juego directo azulino y a Gerard más fijo en la marca y perdiendo seguridad ante las embestidas azulinas. En una de esas apareció el auténtico Antoñito, el que arregla un partido en un segundo. Un despiste por partida doble de los dos centrales lo aprovechó el hispalense para lanzar a puerta, aunque su tiro chocó en la escuadra. Era el resultado de muchos minutos buscando la picaresca, aunque no llegó a la meta que todos deseaban.
Fue el momento en el que Preciado decidió echar el candado, aunque el Romario del Polígono volvió a sacar la cabecita en el segundo palo en una jugada a balón parado que acabó siendo rechazada por la zaga vistante y que dejó a cero los dos marcadores.
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