El vecino muestra los documentos. / LA VOZ
EL PUERTO

Acusan a un concejal del PSOE de fraude en la venta de una finca

Vecinos de El Águila reclaman a Corredera los beneficios de 1.125 metros que, según dicen, eran de la comunidad

EL PUERTO Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El vicepresidente de la comunidad de propietarios de la urbanización El Águila, Eloy Fernández Lobo, acusó al concejal del PSOE, Joaquín Corredera, de haber vendido presuntamente una parcela que era propiedad de todos los vecinos sin contar con el consentimiento de éstos. Fernández aseguró que del dinero de la operación, 21.000 euros -3,5 millones de las antiguas pesetas- no han sabido nada.

El solar, de 1.125 metros cuadrados, formaba parte de la junta de compensación de la Cooperativa Santa María del Puerto, que compusieron 214 socios -entre los que se encontraba Corredera- con el objetivo de comprar y urbanizar el terreno de la Costa Oeste donde hoy están las casas. Eloy Fernández argumentó que, una vez ejecutada la operación, cada socio se dedicó a construir su vivienda y la cooperativa se extinguió, pese a lo cual los terrenos públicos seguían escriturados a su nombre al no haberse realizado el reparto pro indiviso entre los vecinos.

El vicepresidente de los vecinos de El Águila explicó que en el 2003 se abrió el debate sobre los terrenos públicos de la urbanización, una parcela de unos 9.000 metros, otra de 6.000 y la antes citada de 1.125. En este punto, según Fernández, Horacio León y Joaquín Corredera, que habían sido presidente y secretario de la cooperativa, defendieron que esos terrenos seguían siendo propiedad de la misma, independientemente de que muchos de los actuales propietarios ya no fueran los socios originales por la venta de las casas. Según Fernández Lobo, una sentencia judicial ha aclarado que los terrenos son ahora propiedad de toda la comunidad de vecinos.

Sin rastro del solar

«Pero la madre del cordero es que durante el papeleo que movimos para saber cuáles eran exactamente esas parcelas, había una que no aparecía por ningún lado: la de 1.125 metros que se citaba en el acta de composición de la cooperativa y que lindaba por el norte con el camino de Fuentebravía». Durante la revisión de todas las juntas de compensación de las urbanizaciones colindantes, Fernández Lobo halló una que respondía a la misma ubicación y dimensiones y que fue aportada por el Asador de Castilla a La Oropéndola.

El vecino de El Águila siguió el rastro en el registro y en notaría y halló un contrato de compra venta con fecha de 13 de abril de 1988 por parte del ya difunto Horacio León hacia la propietaria del asador. En el documento figura que la operación se realizó en virtud de un acuerdo del consejo rector de la cooperativa, que según Eloy Fernández «nunca existió porque ésta estaba extinta». Un acuerdo del que, según el registro de la propiedad, Joaquín Corredera dio fe presentando un certificado.