Luis Andrade, el otro cabecilla de la presunta estafa, sí acudió a los juzgados./ E. P.
Ciudadanos

Suspendido el juicio del 'Acobiomol' en Jerez por la ausencia de un imputado

La Fiscalía ha solicitado una orden de busca y captura y el ingreso en prisión provisional de Juan Manuel Acosta La vista ha sido aplazada hasta el próximo mes de marzo

JEREZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las familias afectadas esperaban con impaciencia que llegara el día de ayer para acabar con la pesadilla que les viene persiguiendo desde hace cinco años. Un 17 de noviembre que suponía el pistoletazo de salida para un juicio que se prolongaría al menos durante tres días, y que les serviría para ver sentadas en el banquillo a una serie de personas que supuestamente jugaron con la salud de sus seres más queridos.

Un deseo que sin embargo ha tenido que ser aplazado ante la incomparecencia de uno de los principales imputados, Juan Manuel Acosta, considerado el cabecilla del casoAcobiomol junto a Luis Andrade, que sí acudió a la Sección Octava de la Audiencia provincial, donde debía haberse celebrado la vista. Tras algo más de una hora de espera y a pesar de la asistencia de los otros cuatro acusados, la jueza titular se vio obligada a cancelar la vista aplazándola al próximo mes de marzo.

Ni su abogado lo sabía

Se da la circunstancia de que ni siquiera el letrado de Acosta, Francisco José Sánchez Berzosa, conocía el paradero de su representado, que no se puso al teléfono en toda la mañana. «Yo no tengo información de dónde se encuentra -aseguró el abogado-. Sólo sé que tuvo dos letrados anteriores que abandonaron el caso por discrepancias y a mí me nombraron de oficio, pero ni siquiera lo conozco personalmente ni tengo relación con él porque está en Canarias».

El misterio en torno a la ubicación de esta persona es tal que la Fiscalía solicitó ayer una orden de busca y captura sobre ella, seguida de un ingreso en prisión provisional a la espera de que se celebre el juicio. Lo que sí confirmó Sánchez Berzosa es que su defendido sí ha estado compareciendo hasta el momento en los juzgados canarios periódicamente, como así se lo exigía la ley. En lo que respecta a la otra parte, el abogado de seis de los siete querellantes, Enrique Montiel, expresó la resignación de las familias ante el retraso que ha sufrido la vista.

Esperar un poco más

«Después de casi seis años, esperar unos meses ya prácticamente nos da igual, lo que queremos es que todo el peso de la ley caiga sobre ellos». Tanto la acusación particular como el Ministerio Fiscal solicitarán una condena de diez años, el máximo contemplado en el Código Penal para la confluencia de los delitos de estafa continuada, intrusismo profesional y contra la salud pública, por vender a cambio de cantidades astronómicas un producto «milagro» que supuestamente curaba el cáncer, el Sida y otras enfermedades terminales y degenerativas.