Las banderas de EE UU y China presiden la plaza. / AFP
MUNDO

Los dos gigantes dejan en la cuneta el cambio climático

Washington y Pekín dinamitan la posibilidad de lograr un acuerdo sobre la reducción de gases en la cita de Copenhague

PEKÍN Actualizado: Guardar
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A pesar de sus enormes diferencias políticas y económicas hay algo en lo que EE UU y China coinciden: en no reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero dentro de la lucha contra el calentamiento global. Ambos países son los mayores contaminantes del planeta, pero temen que una limitación de sus emanaciones de CO2 afecte a sus industrias que intentan hacer frente a la peor crisis económica desde el crack de 1929.

Esta falta de acuerdo se puso de manifiesto en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) finalizada hace apenas 48 horas en Singapur. Sus veintiún miembros fueron incapaces de consensuar la reducción de sus emisiones de cara a la conferencia de Copenhague contra el cambio climático que tendrá lugar en diciembre.

«Se ha constatado que no es realista aguardar que se negocie un acuerdo completo y legalmente vinculante entre este momento y el inicio de la reunión de Copenhague dentro de tres semanas», reconoció el consejero adjunto estadounidense para Seguridad Nacional, Mike Forman.

Nuevos plazos

Tal y como se temía, la conferencia que se celebrará en la capital danesa no servirá para ampliar el Protocolo de Kioto, que expira en 2012, sino que habrá que esperar a que suponga un primer paso hacia «un acuerdo internacional legal vinculante» que debería ser alcanzado posiblemente en otra cita prevista para el próximo año en México. En este punto abunda la sugerencia aportada ayer por la ONU y Dinamarca, anfitrionas de la reunión de diciembre, de conceder nuevos plazos para llegar a un pacto final.

El desacuerdo ensombrece el acercamiento a China que protagoniza Barack Obama, quien se había fijado la lucha contra el calentamiento global como una de sus prioridades. Sin embargo, las reticencias del Congreso estadounidense a refrendar un acuerdo que implique la disminución de emisiones contaminantes le están disuadiendo de ejercer una mayor presión por la causa ecologista. Al frente de los países en vías de desarrollo que aún necesitan seguir creciendo, China también se niega a comprometer sus emisiones y sostiene que los mayores esfuerzos deben hacerlos las potencias industrializadas, responsables del problema de la contaminación desde hace décadas. Y, mientras no haya un acuerdo entre Washington y Pekín, otras naciones, como Brasil, ya han anunciado que tampoco reducirán sus niveles de polución.