Callejón sin salida

La repentina decisión del derrocado presidente de Honduras Manuel Zelaya de cerrar la puerta a su restitución en el poder, decidido a considerar ilegales las eventuales elecciones presidenciales, supone un frenazo inesperado a la recuperación de la normalidad en el país centroamericano y conduce a un callejón sin salida la compleja crisis nacional. El simultáneo anuncio de la Organización de Estados Americanos (OEA) de que no reconocerá los comicios si Zelaya no es restituido en la presidencia desactiva automáticamente la solución electoral que parecía contentar a ambas partes. El desmarque de Zelaya que coincide con el procedimiento iniciado por la Corte Suprema de Honduras para preparar su reposición al frente del país abre una nueva etapa de incertidumbre e inestabilidad en un país que requiere urgentemente de paz social para afrontar una profunda crisis económica e institucional.