Benito y Basilio
Actualizado: GuardarEn 1968, año de la imaginación al poder, Benito Requejo, alcalde de Valdemorillo del Moncayo, y su secretario Basilio, se propusieron el reto de hacer de su pueblo un gran centro turístico. No sé (ni sabré) si el 2068, en el centenario del mítico año, habrá llegado por fin la imaginación al poder, pero está claro que para nuestro Bicentenario ya nos vale el título que Martínez Soria y López Vázquez nos dejaron: El turismo es un gran invento... Y el cine su complemento -lo del huevo y la gallina-, y aunque la Tierra de vueltas según el cono de Apolonio con que llegó al orgasmo Amenábar, ya está aquí 2012 (el de Emmerich) advirtiéndonos de la gilipollez tan gorda que estamos haciendo con echarle duros al Puente, al Castillo, al Oratorio, al parquímetro de la zona azul... El asunto no da más de sí, y si al Cristo Corcovado le va a llegar el agua a los pies qué menos que quienes nos sucedan escriban el guión «Dos Cadi sumergios». Pero por si acaso los mayas estuvieran equivocados (que me extraña), y en tanto no llenemos Las Aletas de industrias (cinematográficas), ya hemos puesto en marcha Cádiz Film Office (una chorrada de nombre, por otra parte) empeñada en que «el turismo es un gran invento». No nos vamos a poner ahora a hacer barcos ¿no?, mejor Wichita...
La imaginación y la industria, más que por respuestas se ha distinguido por grandes preguntas, y ya que se trata de Cádiz, colaboro: ¿Guardo la basura una semana en mi hogar? ¿Saco el carrito y que me lo recoja Tom Cruise? ¿Servirá como excusa en el trabajo que un astado manso me ha retenido en casa? -no se lo van a creer, pero si digo que ha sido Cameron Diaz entonces entro en la estadística de Corbacho del tirón-. ¿Cuánto me darían por el balcón? (existencialismo, pero ya que estoy, aprovecho). En fin, sea por Cádiz Film... lo que es por mí que se vayan al mismísimo carajo el Benito y el Basilio.