El enfrentamiento con la Fox obliga a dimitir a la jefa de comunicación de la Casa Blanca

Fox News acaba de cobrarse su segunda víctima entre los miembros más destacados del equipo de Barack Obama, una muestra del peso de la cadena de televisión conservadora en la opinión pública de Estados Unidos. Si en septiembre caía Van Jones, el asesor presidencial de Medio Ambiente más conocido como el zar del empleo verde, a finales de mes le tocará el turno a Anita Dunn, la directora de comunicación que no tuvo reparos en etiquetar al canal de Robert Murdoch como «un brazo mediático del Partido Republicano».

Dunn no es la única en la Casa Blanca que piensa de esa manera, y hasta el presidente ha mostrado en más de una ocasión su rechazo a la línea de los informativos y a la agresividad de algunos de sus comentaristas, argumentando que violaban las reglas básicas del periodismo.

Pero como cabeza visible de la campaña que marcó una línea divisoria entre las cuatro cadenas importantes del país y Fox -Obama no le ha concedido ninguna entrevista en meses-, la responsable de comunicación ha tenido que ceder al final a las críticas y las presiones que se han acumulan en su entorno.

Audiencia al alza

De entrada, los niveles de audiencia de Fox no han dejado de aumentar al calor de la batalla, lo que probablemente ha llevado al círculo del presidente a replantearse su estrategia. Otro frente es la oposición de un sector de los medios que consideran excesiva la cruzada gubernamental. Además, un número importante de estrategas demócratas reconoce que las campañas de la cadena son desmedidas, pero aconsejan no contraatacar porque es una «distracción innecesaria» que no beneficia al Ejecutivo. Mientras, el marcaje de la Fox no ha cesado ni un solo día, buscando la manera de identificar a la Administración con un equipo izquierdista.