Las clínicas privadas atienden la mayoría de las intervenciones por la objeción de conciencia de los médicos del SAS. / LA VOZ
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Las veinteañeras, las que más abortan

Las interrupciones del embarazo experimentan un leve descenso en la provincia y sube la edad de las pacientes Los hospitales públicos sólo realizan un 2% de las intervenciones

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El aborto se ha convertido en una solución de emergencia cada vez más generalizada. El año pasado pasaron por el quirófano 1.740 gaditanas, unas 26 menos que el año anterior. Más allá de eso, la cifra se mantiene estancada a pesar del aumento de la información y la mejora del acceso a los métodos anticonceptivos.

El panorama nacional es mucho más pesimista. El balance de 2008 recoge una subida del 3%, según el informe del Ministerio de Sanidad, lo que da indicios de los fracasos de las políticas preventivas y los métodos de educación sexual. En los últimos años el número de interrupciones voluntarias se ha disparado en pacientes de entre 20 y 24 años y el caso gaditano resulta más curioso ya que se trata del único tramo de edad que experimenta una subida con respecto al año anterior.

Es difícil encontrar un motivo común, pero a la vista de la estadística cabe pensar que la dificultad para sacar adelante un embarazo con los estudios a medias y la dificultad para conseguir un empleo estable son las razones más frecuentes. De hecho, la mayoría de ellas han superado la Secundaria y estudian un ciclo de Formación Profesional o han iniciado una carrera universitaria -cuantitativamente el dato asciende a 1.181-.

Soluciones

Para tratar de invertir la tendencia, las administraciones han optado por medidas más ofensivas que la simple educación preventiva. A la dispensación gratuita de la píldora del día después en los centros sanitarios le sigue ahora su venta libre en las farmacias. De la misma forma, el Gobierno sigue adelante con la reforma de la Ley del Aborto que flexibiliza la intervención a las más jóvenes. Sólo en la provincia decidieron abortar casi 300 mujeres menores de 19 años, unas 50 menos que el año anterior.

La información y la atención a las pacientes que no quieran seguir adelante con el embarazo corre a cargo de la sanidad privada. Ésa es una de las principales críticas tras la extensión de la objeción de conciencia de los profesionales de la pública. Los hospitales del SAS apenas realizan un 2% de los abortos, el resto son derivados, con cargo a la Junta, a clínicas abortivas. En la provincia hay dos autorizadas que compatibilizan el trabajo propio con el que les llega de los centros públicos.

Al contrario de lo que ocurre en otras zonas, el dato de Cádiz no está influenciado por la inmigración. La mayoría de las pacientes siguen siendo españolas y el principal motivo que aducen es el riesgo para la salud de la madre. Respecto a las pacientes extranjeras, las nacionalidades más comunes son de países de la Europa del Este y del Magreb.

Las cifras distan mucho de las de hace diez años, pero no se quedan muy lejos de las que se registran en otros países europeos, por lo que la preocupación ante el uso de los anticonceptivos y las relaciones de riesgo aumenta cada vez más entre padres y educadores.

emartos@lavozdigital.es