El jefe del servicio de la entidad, José Luis Escrivá. / R. C.
Economia

El BBVA retrasa la recuperación de España hasta finales de 2010

MADRID Actualizado: Guardar
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Una de cal y otra de arena. El servicio de estudios de BBVA cree que la economía española no repuntará hasta el último trimestre de 2010, y aún le queda recorrer una larga travesía del desierto, con crecimiento nulo durante el verano del próximo año y un mínimo avance del 0,2% en los meses de septiembre a diciembre respecto al otoño del próximo año.

Opina, sin embargo, que el desánimo de los trabajadores y el retorno de los inmigrantes van a frenar los avances de la población activa, de manera que, si bien la tasa de paro se estabilizará en un todavía dramático porcentaje del 20%, en la segunda mitad de de ese año podría arrancar la creación neta de puestos de trabajo.

Los expertos del banco elogian la política fiscal del Gobierno. Aunque calculan que la subida del Impuesto sobre el Valor Añadido restará medio punto al crecimiento «a medio y largo plazo», no por ello dejan de ensalzar la senda de consolidación presupuestaria emprendida por el Ejecutivo. España liderará la vuelta a la ortodoxia en las cuentas públicas, aseguró el jefe del gabinete de análisis de la entidad financiera.

Los autores sólo echaron en falta un compromiso del Ejecutivo con las reformas estructurales que consideran ineludible. Sugieren un cambio en el mercado laboral que termine con la dualidad del mercado del trabajo, que trata de forma dispar a empleados fijos y temporales, mediante el acercamiento de las indemnizaciones por despido en uno y otro colectivo. Proponen, por añadidura, adecuar la negociación salarial a la situación económica de las empresas.

Las proyecciones de BBVA se suman a las de la Comisión Europea. El jefe del servicio de estudios de BBVA, José Luis Escrivá, resumió las causas que lastrarán el camino de la economía española hacia la recuperación. El sector privado necesita reducir su endeudamiento, las familias perciben un recorte del valor de su patrimonio financiero e inmobiliario (el valor de las acciones y de las viviendas) y tienen cada vez mayor incertidumbre en el mercado de trabajo. Todo esto, argumentó, va a seguir frenando el consumo.