Economia

El Banco de España insta a bancos y cajas a una reestructuración urgente

Les recuerda que su negocio se achica, la morosidad crece y sobra capacidad en un sector sobredimensionado

MADRID Actualizado: Guardar
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Los plazos se estrechan. El ejercicio 2010 se avecina muy complejo y el Banco de España mete presión al sector financiero porque, recuerda, su negocio se achica, los márgenes se reducen y para hacer frente a la que se avecina, «ya no es suficiente contar con el control de gastos», y se impone el recorte frente al exceso de capacidad. En el críptico lenguaje que utiliza la institución supervisora, eso significa la urgencia en el proceso de concentración de los agentes del sector, y en particular, de las cajas de ahorros.

«Las entidades, dependiendo de sus circunstancias particulares, han de afrontar procesos que les permitan la racionalización de sus costes operativos y la mejora de su gestión, adecuando su estructura y su capacidad a una situación coherente con el menor crecimiento de la economía bancaria y de la situación en general», concluye el instituto emisor.

Asegura el Banco de España que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) facilitará los procesos de reordenación del sector y en ese sentido prevé «su uso intensivo en los próximos meses», porque los considera «imprescindible para compatibilizar la inevitable reestructuración del sector financiero con la financiación de la economía productiva».

El ajuste del sector avanza a pequeños pasos. La adjudicación a Cajastur de Caja Castilla-La Mancha se suma a los procesos de fusión en curso -protagonizados por las cajas de ahorros catalanas y las fusiones 'virtuales' de otras entidades de ahorro- con la muy clara expectativa de que los reguladores van a exigir aumentos de capital a las sociedades matrices. Los dos grandes grupos bancarios tienen claro que los requerimientos les afectan menos. El jefe del servicio de estudios de BBVA urgió ayer a llevar a cabo «los ajustes de capacidad que aún tiene pendientes» el sistema financiero español, en una clara referencia a las cajas de ahorros.

Advierte el Banco de España de los principales riesgos pendientes. Apunta que la morosidad va a seguir incrementándose en la medida en que persista el deterioro de la actividad real y del empleo, a la vez que reconoce las grandes diferencias que persisten entre entidades, porque no todas están expuestas al mismo riesgo inmobiliario.

«En un clima económico como el actual -precisa-, cabe pensar que la morosidad seguirá al alza, lo que implicará mayores dotaciones específicas, que presionarán sobre la cuenta de resultados y los niveles de capital». El instituto emisor no identifica las entidades con mayores problemas, pero la presentación de los datos de los nueve primeros meses del año ya diferencia claramente el segmento en dificultades.

El instituto emisor insiste en que la incertidumbre que planea sobre la situación de la economía y las finanzas obliga a las entidades a cambiar el rumbo. Ni la actividad bancaria retornará a los ritmos de expansión del pasado ni cabe pensar en la continuidad de los márgenes de intermediación obtenidos.