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El actor Bud Spencer cumple 80 años tras una vida de película

ROMA Actualizado: Guardar
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El actor italiano Carlo Pedersoli, más conocido por su nombre cinematográfico, Bud Spencer , celebra hoy los 80 años de una vida donde ha triunfado en el deporte como nadador y en la pantalla grande con sus épicos puñetazos al lado de Terence Hills.

A sus 80 años, alejado de los grandes platós, Bud Spencer sigue trabajando en Italia y en estos días rueda una teleserie I deliti del cuoco (Los delitos del cocinero), donde hace la parte del protagonista, un comisario de policía con amor por la cocina.

«No me pondré a hacer volteretas, a mi edad prefiero las cosas simples. Además el lunes se vuelve a trabajar», explicó Spencer a los medios de comunicación que le preguntaron cómo festejaría su cumpleaños.

El gran público conoce a Spencer por ser el gigante bueno en algunos en los llamados «Spaghetti western», o mejor la versión cómica de este genero, junto con Mario Girotti, el verdadero nombre de Terence Hill.

Todo un atleta

Aunque pocos saben que Spencer también ha sido un gran atleta. Fue un gran jugador de waterpolo y el primer italiano que bajó del minuto en los 100 metros libres, participando además en los Juegos Olímpicos de Roma Helsinki 1952 y Melbourne 1956.

Carlo Pedersoli nace en Nápoles y durante su adolescencia vivirá algunos años con su familia en Río de Janeiro. Tras esta paréntesis volvió a Roma, donde retomó los estudios, pero sobre todo su amor por la natación.

«Mi gran éxito es mérito del público que ha mostrado su simpatía por este hombre de 120-150 kilos, pero el deporte me ha enseñado los grandes valores de la vida», cuenta Pedersoli.

Debut con Monicelli

Debido a su físico imponente comienza a trabajar en algunas películas como Quo Vadis? (1951). Aunque su primer papel importante fue el del agresivo Nando de la película de Mario Monicelli Un eroe dei nostri tempi (1955).

En 1957 dejó Italia y volvió a Sudamérica, donde trabajó como obrero de la construcción. Y, tras regresar a Italia, probó fortuna con la música escribiendo canciones para cantantes del momento como Ornella Vanoni y Nico Fidenco.

Su regreso a la pantalla grande fue con el título de Giuseppe Colizzi Dio perdona... ma io no (1967), que marcó el tipo de personaje que después interpretaría Spencer , el del gigante bueno, al que es mejor que no hacerle enfadar.