Sin eximentes
Actualizado: GuardarEl desarrollo de la llamada operación Pretoria ha dado lugar a situaciones que amenazan con desviar la atención sobre el fondo del asunto. Los efectos causados por las imágenes transmitidas de los detenidos esposados, la proliferación del relato de antecedentes que tienden a inculparlos por su pasado, o la posibilidad de que las defensas soliciten un cambio de jurisdicción son aspectos que han de contemplarse crítica y abiertamente, puesto que los imputados en la trama están protegidos por las garantías que les ofrece la Ley. Pero lo importante es que se esclarezca si los hoy encarcelados urdieron y llevaron adelante un plan para beneficiarse de recursos públicos, sin que su notoriedad les exhiba de ser objeto, en ese caso, del más severo reproche social.