Estados Unidos encara la salida de la recesión al crecer un 3,5% el PIB

La esperanzadora subida del PIB de Estados Unidos en un 3,5% entre julio y septiembre ha batido todas las expectativas y abre las puertas de un nuevo ciclo económico de signo positivo por primera vez en más de un año. El crecimiento responde a un repunte de los gastos del consumidor, y no se descarta que la debilidad del mercado laboral modere la recuperación. Los analistas insisten en que una parte del incremento se debe a la incidencia de paquetes de estímulo del Gobierno y que el mercado por sí solo no parece capaz de mantener un ritmo tan elevado una vez disminuyan las ayudas públicas. Con todo, el dato es especialmente significativo porque la economía de EE UU se había contraído un 0,7% en el segundo trimestre y un 6,4% en los primeros tres meses del año. En su análisis, el Departamento de Comercio fundamenta el cambio de tendencia en la «contribución positiva» del consumo de las familias, las exportaciones, la mejora de la inversión privada y los planes de estímulo, junto a la estabilización del sector inmobiliario. Las importaciones también crecen.

El mayor componente del PIB, el gasto de los consumidores, representa cerca del 70% de la actividad económica. Esos gastos aumentaron un 3,4% en los últimos tres meses, tras descender un 0,9% entre abril y junio, y han terminado aportando 2,36 puntos porcentuales al crecimiento. Una subida que refleja la compra de automóviles bajo el programa Dinero por chatarra, sin cuya contribución el PIB hubiera crecido sólo un 1,84%.