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Los ataques mortales talibanes cierran colegios en Pakistán

Islamabad reclama que la OTAN selle la frontera con Afganistán para evitar así los movimientos de los terroristas

KABUL Actualizado: Guardar
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Pakistán se encuentra en estado de guerra. El avance de su Ejército en Waziristán del Sur durante la cuarta jornada de ofensiva en su intento de cercar a los hombres de Mehsud no parece frenar atentados como el que el pasado martes costó la vida a seis personas en la Universidad Islámica Internacional y que llevó ayer a las autoridades a ordenar el cierre de todos los centros educativos del país de manera temporal.

Desde el Ministerio del Interior de Islamabad se explicó que la orden se había emitido con el objetivo de prevenir que la insurgencia tomara rehenes y forzara así a los militares a bajar la presión sobre los bastiones insurgentes de Makeen y Ladha. La lucha continúa en esta remota región tribal del cinturón tribal de la frontera con Afganistán y, como advirtieron los mandos, se puede alargar durante meses. Desde Islamabad reclamaron colaboración al otro lado de línea divisoria y el jefe del Estado Mayor, el general Tariq Majid, pidió en el transcurso de una entrevista con su homónimo británico, sir Jock Stirrup, que las tropas de la OTAN presentes en Afganistán «sellen» la frontera «para impedir movimiento transfronterizo y el flujo de armas».

Majid reclamó una «sincronización de los esfuerzos por las dos partes y compartir a tiempo real los datos de los servicios de inteligencia con referencias a las operaciones actuales», según un comunicado del Ejército en el que se hacía balance de las primeras jornadas de una ofensiva en la que ya han muerto 115 milicianos y dieciséis soldados.

Pakistán no está sólo en esta guerra. Los aviones no tripulados norteamericanos entraron ayer en acción por primera vez desde el inicio de la operación bautizada como Camino de la Liberación y, según la cadena Dawn, acabaron con la vida de al menos quince milicianos a lo largo de toda la frontera, entre ellos Abú al-Masri, un reconocido líder de Al-Qaida, aunque su muerte no fue confirmada.

Desplazados

La cara no militar de esta operación la ponen los miles de desplazados. Del medio millón de personas que se estima vive en Waziristán del Sur, más de la cuarta parte ya ha buscado refugio en zonas seguras. En tan sólo cuatro días, un total de 41.570 refugiados se han registrado en los distritos cercanos de Dera Ismail Khan y Tank, en la Provincia de la Frontera del Noroeste, según informa el mando militar.

A la complicada situación que se genera para las familias al tener que abandonar sus hogares se le sumó ayer el cierre temporal, por parte del Programa Mundial de Alimentos, de veinte almacenes que distribuían comida a casi dos millones de personas en la provincia.