«Mis personajes no se identifican con el mundo al que pertenecen»
BARCELONA Actualizado: GuardarEmilio Calderón (Málaga, 1960) empezó a enamorarse de Asia de muy niño. Su padre trabajaba como anticuario, buscaba sus piezas por ese continente y llegaba a casa con unos objetos asombrosos. «Que viajara por esos lugares ya me parecía fascinante y, luego, cuando veía las cosas que traía, me quedaba más fascinado aún».
Una parte importante de sus libros transcurren en aquellas tierras, también La bailarina y el inglés, la novela con la que ha quedado finalista del Planeta 2009, una distinción que le ha reportado 150.250 euros. La obra está ambientada en la frontera de India con Birmania, en 1944, cuando los japoneses, después de haber tomado el sudeste asiático, pretenden invadir el país con un ejército de 45.000 indios que ellos previamente habían hecho prisioneros. India todavía era una colonia británica, pero el sentimiento nacionalista cotizaba al alza. El protagonista es un jefe de policía de un Estado fronterizo, un inglés nacido en suelo indio que nunca ha podido viajar a Inglaterra.