Con todo respeto

La cuenta atrás iniciada ayer para proceder a la excavación de la fosa de Alfacar, donde podrían reposar los restos del poeta García Lorca junto a los de otras víctimas represaliadas en 1936, dará lugar a un acontecimiento que requiere una cuidadosa gestión para evitar acrecentar el dolor de las familias involucradas. La controversia previa entre los allegados de quieres fueron enterrados en la fosa común establece un precedente extremadamente delicado, que compromete a las instituciones que ayer firmaron el convenio de cooperación para los trabajos de exhumación a conducirse con el máximo respeto y cautela; los mismos que caben exigir cuando se afrontan las heridas de la Guerra Civil. El menor error en los trabajos puede trastocar un proyecto de legítima recuperación de la memoria, en un contraproducente agravio a alguna de las partes. Lo que aconseja evitar la instrumentalización política ideológica o mediática en todas las fases de la excavación y observar la máxima consideración a los deseos de los familiares.