La Policía de México encuentra nueve cuerpos decapitados y descuartizados

El narcotráfico y la guerra que el estado mexicano le ha declarado siguen manteniendo al país sumido en una espiral de violencia sin fin. Ayer, de nuevo, el horror volvió a hacerse presente en la vida cotidiana. Las autoridades mexicanas hallaron los cadáveres de nueve personas decapitadas y totalmente descuartizadas frente a una clínica en el municipio de Tlapehuala, en el estado Guerrero, donde el crimen organizado ha recrudecido su violencia en los últimos tiempos.

Los cadáveres estaban en la parte trasera de una camioneta que obstruía la carretera Altamirano-Iguala. Dentro de ella, la Policía encontró nueve bolsas de plástico con los torsos de los cuerpos y otras tantas con las cabezas y los miembros de las víctimas. En el interior del vehículo, los sicarios habían dejado dos cartulinas junto a los cuerpos en las que podía leerse: «La Familia no mata a inocentes. Muere quien debe morir. Aquí está tu gente, recógela y ven a pelear» y «Para que aprendan a respetar». Ambos mensajes reivindicativos estaban firmados como «F. M».

Asesinato de policías

Las siglas se corresponden con el cártel mafioso Familia Michoacana, uno de los mayores del país, que ha convertido este estado, ubicado en el suroeste del país, en un territorio mafioso más. Desde julio pasado, las autoridades han intensificado sus acciones contra este cártel, después de que miembros de esa organización asesinaran a 15 policías federales y perpetraran varios atentados contra instalaciones de las fuerzas de seguridad en represalia por la detención de uno de sus dirigentes.

Además de La Familia, en Guerrero -donde existen cultivos ilegales de marihuana y amapola- actúan otros narcos, como los cárteles del Golfo y de los hermanos Beltrán Leyva, que desde 2008 se aliaron para combatir a su acérrimo rival, el cártel de Sinaloa. Desde 2007, miles de soldados del Ejército y agentes federales participan en el Operativo Conjunto de Guerrero para combatir a la delincuencia organizada en ese estado.

Una tarea difícil porque en lo que va de año se han cometido ya más de 5.600 asesinatos, muchos de ellos con el agravante de torturas y vejaciones, como el ocurrido la semana pasada en la Baja California donde se halló el cuerpo de un funcionario del Gobierno colgado de un puente de con los genitales cortados y metidos dentro de su boca.