Una mujer herida leve en Irlanda del Norte por una bomba en su coche

Luces y sombras en Irlanda del Norte. Cuatro días después de que el Ejército de Liberación Nacional Irlandés (INLA), una de las escisiones del IRA más sangrientas, anunciara su intención de abandonar la lucha armada, la amenaza de las bombas y el terrorismo vuelve a planear sobre todos los habitantes del Ulster.

La novia de un agente de Policía resultó herida leve ayer en Belfast tras explotar una bomba colocada debajo de su automóvil. El artefacto hizo explosión a primera hora de la mañana mientras la víctima daba marcha atrás a su coche en el área de Kingsdale Park, en el este de la capital norirlandesa, según las fuerzas del orden. La mujer, de 38 años y cuya identidad no ha trascendido, fue llevada rápidamente al hospital Royal Victoria de la capital, pero vista la poca gravedad de sus heridas, dada de alta poco después.

Sin embargo el desenlace pudo haber sido muy distinto. «Si hubiera habido una persona sentada en el lado del pasajero del coche, probablemente estaríamos hablando aquí hoy de una desgracia», declaró a la prensa el comisario del Policía Brian Maguire.

Los expertos no descartan la posibilidad de que se trate de un intento de ataque de los grupos disidentes republicanos, opuestos al proceso de paz en Irlanda del Norte. Algo que el líder del Partido Unionista calificó como «muy serio». El atentado, en cualquier caso, pone a prueba la capacidad de las autoridades de Belfast para controlar la seguridad en un momento en el que los socios del Gobierno de unidad entre republicanos y unionistas están divididos sobre la delicada cuestión del traspaso de las competencias de Policía y la Justicia por parte de Londres.