Aplicar la ley

Los ardides puestos en juego por los dos presuntos piratas del Índico en su comparecencia ante el juez Garzón pocas horas después de su llega a España, en la que uno afirmó que se vio arrastrado al barco de pesca y el otro se presentó como menor de edad, revelan las dificultades que puede encontrar la Justicia para llevar a buen término la instrucción de este complejo asunto. Pero una vez conducidos los detenidos ante el magistrado, no deberían beneficiarse del cuestionamiento que se está produciendo sobre si era oportuno, o no, neutralizar a dos de los supuestos secuestradores del Alakrana o si su enjuiciamiento podría perjudicar la resolución del cautiverio. Independientemente de la delicada situación en que se encuentra el pesquero, el Gobierno está obligado no sólo a lograr el rescate de los rehenes preservando su integridad, sino también en utilizar los medios represivos con que cuente para imponer la ley ante los que la vulneran