Los empleados del Hotel Puerto Sherry se encerrarán desde el próximo viernes

Derrotados y engañados. Ocho trabajadores del Hotel Puerto Sherry se han visto de la noche a la mañana engrosando las listas del paro. La empresa Marina del Puerto alega motivos económicos, pero ellos auguran un despido encubierto colectivo, con nuevas bajas cuando se inicie la temporada y sustituciones por personal eventual con contratos más baratos.

Marina del Puerto anunció el cierre del hotel hasta la primavera y el proceso de negociación en que se encuentra para su gestión con varios operadores hoteleros, entre los que se encuentra Hoteles Andaluces con Encanto. El objetivo es abrir durante más meses al año.

Con una media de edad de entre 40 y 50 años, estos empleados han pasado 20 años de sus vidas detrás de la recepción, en la cocina o sirviendo mesas en el establecimiento hotelero.

Impotencia

«Desde que estamos aquí, allá por el 1.990, hemos trabajado por dos y tres personas, con un esfuerzo de horas extras cambiadas por días libres. Nos hemos empleado a fondo porque Puerto Sherry saliera adelante. Un esfuerzo que nos reconoció la Autoridad Portuaria. y ahora nos vemos en la calle después de un balance triunfalista en el que la empresa presume de más de 100.000 visitas e importantes reformas». Mañana iniciarán un calendario de movilizaciones.

A partir de las 7.30 se concentrarán en la puerta del hotel y se les sumarán los 18 empleados restantes. Después asistirán al encuentro al que han sido convocados por parte del alcalde, Enrique Moresco. El jueves repetirán el paro matutino y el viernes se encerrarán en el hotel de forma indefinida como medida de presión. La denuncia por despido improcedente y la reunión con el delegado provincial de Empleo, Juan Bouza, serán los pasos a seguir con inmediatez.

En el año 2000, Marina del Puerto ya anunció el cierre y despido. Fue entonces cuando la Autoridad Portuaria «secuestró» Puerto Sherry dando comienzo a ocho años de «paz social», según los trabajadores. Pero el pasado año, tras el levantamiento del embargo, Marina del Puerto planteó la escisión de la empresa. Por un lado quedaron los empleados del ámbito náutico, unos 30, y por otro se subrogaron los pertenecientes al sector de la hostelería y restauración. Un cambio justificado por la situación de crisis y que repercutió negativamente en las condiciones laborales de los empleados del hotel y el restaurante El Botalón. A juicio de Francisco Andreu, secretario provincial de hostelería de UGT, «la estrategia ha consistido en demorar hasta la fecha de cierre del hotel la negociación sobre la reestructuración de los conceptos salariales y las ventajas para estos 26 trabajadores subrogados al convenio de hostelería. Ahora el despido les sale más barato».

El presidente del comité, Javier González, denunció que el gerente, José Luis Tejada, «ha roto su compromiso firmado de respetar a los tres fijos que pasaron a ser discontinuos el año pasado por un periodo de cuatro años. Ahora nos sentimos totalmente derrotados y engañados por el señor Tejada».

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