día de la hispanidad

¿Cómo viven los ciudadanos el defile?

La falta de banderas en las farolas y la gestión de Zapatero centran el debate entre el público asistente al acto

MADRID Actualizado: Guardar
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Con la mirada en las alturas, un hombre avisa a su acompañante que no hay banderas de España en las farolas y que en Francia semejante cosa es impensable. "Será la crisis", contesta su amigo. Y así, con la crisis como telón de fondo y sin banderas por los aires, ha transcurrido un sobrio desfile militar.

La Fiesta Nacional, por lo demás, parece la oportunidad que muchos tienen para hacer su particular encuesta de valoración de la clase política. "Éste es uno de los pocos días del año que puedo gritarles lo que pienso de ellos", resume un asistente, que ha preferido no identificarse. La encuesta consiste en elevar el volumen de los abucheos y de los silbidos, o de los aplausos, en cuanto aparece alguna autoridad.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aventajado a Mariano Rajoy en la intensidad de los abucheos e improperios, pero no porque haya concitado más pitos, sino porque al líder del PP le han recibido con total indiferencia, acaso un murmullo. "Zapatero dimisión", "Zapatero, en las urnas te espero", "Zapatero vete con Obama" o "Zapatero embustero", han sido algunos de los gritos contra el presidente del Gobierno.

En esa misma encuesta, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega ha sido objeto de altisonantes críticas, algunas muy contundentes sobre el vestuario elegido: un traje fucsia. La ministra de Defensa, Carme Chacón, también se ha sometido al test de opinión de la ciudadanía, y aquí ha terminado el repertorio de valoraciones de los ministros. Sólo el Rey, ya sin barba, ha concitado aplausos y exclamaciones de admiración. El resto del tiempo los ciudadanos lo han dedicado a analizar la actualidad.

Dos hombres aguardaban el comienzo del desfile entre comentarios muy gráficos: "Tío, te lo digo yo, los políticos son todos unos triperos -según la RAE, tripero significa "persona que vende tripas o mondongo-". "Si es que da igual PSOE o PP: ellos se lo guisan y ellos se lo comen", replica el acompañante. "Se ha convertido esto en un 'pan y circo'. Pensaba que con la situación económica la gente iba a reaccionar, pero nada, viene Zapatero, te da unas 'perras' y a callar", dice el primero.

Entre alusiones esporádicas a la reforma de la Ley del Aborto y comentarios sobre la polémica foto de las hijas de Zapatero, la crisis relucía en cada conversación, aparte de en las farolas, desnudas de banderas. "Está 'sosete' el desfile ", comenta un asistente. "La crisis aprieta", espetan a su lado. "Pero no ahoga, y si ahoga, que vengan todos los políticos en el mismo coche", sentencia otro.

El ciudadano indignado por la falta de banderas en lo más alto de las farolas toma la palabra. Para él, la austeridad se manifiesta ahí: "Te vas a Francia en su Día Nacional y los Campos Elíseos están llenitos de banderas. Qué vergüenza". Una señora tercia en el debate: "Yo soy de Santander y en el Día de las Fuerzas Armadas de este año toda la ciudad estaba repleta de banderas, porque tenemos un presidente con sus defectos -alusión a Miguel Ángel Revilla, máxima autoridad en Cantabria-, pero es un español de verdad".

Cierto que en las farolas no ondeaban enseñas nacionales, pero se podían contar a miles entre las manos de muchos asistentes, en sus camisetas, en los cuellos de sus polos, en sus pulseras, en las correas del reloj... Un señor de avanzada edad hacía negocio en un puesto de venta de toda clase de artículos de colores rojo y gualda: "Hombre, en días como hoy vendo bien".