El conjunto blanquiazul se encontró con un rival bien plantado sobre el campo que impidió su reacción en la segunda parte del encuentro. /ESTEBAN
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La eficacia desquició a la constancia

Un desdibujado Jerez Industrial sólo apeló a la casta ante un ordenado Marbella que resucita

JEREZ Actualizado: Guardar
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El Marbella ahondó ayer en la crisis de resultados que atraviesa el Jerez Industrial, que se vio totalmente superado en una primera parte para olvidar y cuando reaccionó tras el descanso no tuvo la eficacia mostrada por los malagueños para al menos haber salvado un punto valioso en su camino hacia la permanencia. De hecho el comienzo fue un preludio de lo que acabaría siendo el choque; máxima efectividad visitante de cara a puerta y nula capacidad de creación de los locales que apelaron a la casta para intentar sacar algo positivo.

No comenzó demasiado bien el partido para los jerezanos, que recibieron un mazazo en forma de gol a los dos minutos de juego. Marcos Suárez botó una falta en la medular y Pedro cabeceó picado el balón a la meta de Alberto. El Marbella presentaba con tal efectividad sus credenciales en La Juventud. El conjunto de José Luis Montes, muy bien plantado sobre el césped, puso en jaque al cuadro industrialista en los primeros compases de partido con una presión en la medular que asfixiaba la salida de balón de los locales. Además, el veterano Nico Chiettino se convirtió en la sombra de Antonio Bello, que ayer jugó en la media punta, desplazando a la banda al delantero Pereira.

Desconcierto

De esta forma el planteamiento de Nico Sosa se fue al traste demasiado pronto, pues los marbellíes consiguieron frenar las primeras embestidas blanquiazules con orden y constantes ayudas defensivas, bien conducidos por su cerebro Carlos Rivera. Un saque de esquina botado por Rivera pudo suponer el segundo de los visitantes, pero el árbitro pitó falta ofensiva cuando el balón era despejado por Alberto en línea de gol, a los cinco minutos de partido.

Poco a poco y a base de golpes francos, el Industrial comenzó a cercar la meta del veterano Ávila. Primero, Manu Barreiro (6'), luego Julio (12'), Benítez (14' y 33') y Bello (22') lo intentaron a balón parado con escasa fortuna, pues el esférico no encontró portería en ninguna de las cuatro oportunidades. De hecho, la mejor oportunidad local llegó con un córner botado por Bello que González remató alto (42').

Aunque el equipo de Nico Sosa consiguió hacerse con el dominio del partido, el Marbella había dado su consentimiento, pues buscaba aumentar la renta con peligrosos contragolpes, perfectamente conducidos por Carlos Rivera que encontró a su mejor socio en Pedro. En uno de ellos, cuando estaba a punto de llegar el descanso, llegó el segundo tanto visitante. Los marbellíes reclamaban a los jerezanos que enviaran el balón fuera por una posible lesión de uno de sus jugadores, pero el remate de Benítez acabó en las manos de Ávila, que rápidamente puso el balón en juego. Jorge García inició una gran galopada por la derecha sin encontrar oposición porque medio Industrial andaba despistado en campo contrario, para combinar con Pedro, que estaba sólo en la izquierda. Moreno recibió en la frontal y golpeó con dureza provocando la estirada de Alberto, pero su despeje lo remató a la red Jorge García para dejar el partido muy cuesta arriba para los locales en la segunda mitad.

Revolución

En la reanudación, Sosa buscó más mordiente ofensiva dando entrada a Rafa Caro y Carrasco en lugar de Bello y Pereira, muy desdibujados en la primera parte. El jerezano demostró que salía enchufado rematando de volea alto una internada de Benítez y cabeceando con potencia un centro de Herrero. Ambos condujeron la reacción local, que llegó con un auténtico golazo de falta, obra de Benítez, para conseguir sacar al Industrial del letargo (59'). En los minutos posteriores, una buena combinación entre Barreiro y Rafa Caro acabó con un difícil disparo del sevillano que paró Ávila.

El extremo zurdo lo intentaría más tarde (74') sin la misma suerte pues esta vez su disparo lo atrapó Ávila. Instantes después Manu Barreiro tuvo en sus botas el empate pero el meta visitante se anticipó a su disparo en el área pequeña, ante la desesperación de la parroquia industrialista.

En el último cuarto de hora el cuadro de Nico Sosa se lanzó en tromba al ataque, con más corazón que cabeza, para buscar el tanto del empate que nunca llegaría, aunque gozó de algunas ocasiones más para inquietar al veterano Ávila, que ya no se dejó sorprender por los intentos de Benítez y Manu Barreiro a balón parado.

De esta forma, el conjunto jerezano encadena dos derrotas consecutivas, tras la sufrida en Melilla hace una semana ante un adversario que en La Juventud demostró que tiene mimbres para volver a repetir los éxitos de la pasada campaña, cuando disputó la fase de ascenso, a pesar de haber despertado tarde en el arranque del campeonato liguero.