Varios soldados trasladan el ataúd de un compañero caído en Afganistán. / AFP
MUNDO

Obama acelera las consultas del nuevo plan para Afganistán con los líderes del Congreso

Gates pide a militares y políticos que no hablen públicamente del envío de nuevas tropas de refuerzo al país árabe

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Barack Obama recibió ayer a los líderes del Congreso, con quienes discutió su nueva estrategia para Afganistán a la vez que se dispone a preparar a la opinión pública para transmitirle una de las decisiones más importantes de su presidencia: enviar o no más refuerzos militares al país árabe.

El presidente estadounidense realiza intensas consultas sobre la estrategia a seguir y sobre los efectivos necesarios para aplicar esa estrategia. Está sometido a las demandas de sus generales, que reclaman más soldados, pero también se enfrenta a un fuerte movimiento anti-militarista en su propio partido. Este mismo lunes, unos veinte representantes del ala izquierda de los demócratas presentaron un proyecto de ley destinado a prohibir nuevas partidas para una ampliación del despliegue estadounidense. En el frente opuesto se sitúan la oposición republicana que urge al presidente a acceder a las demandas de los generales.

Mientras, el secretario de Defensa, Robert Gates, lanzó ayer una clara advertencia a líderes militares y políticos para que se abstengan de valorar públicamente la política de Washington en Afganistán, un comentario dirigido sobre todo al general McCristal, que, como comandante supremo de las tropas de la OTAN, no ha dejado de presionar para que se desplieguen decenas de miles de soldados más en la zona.

Obama ha resistido hasta ahora las presiones de McCristal para tomar una rápida decisión con el argumento de que es necesario primero definir una nueva estrategia para ganar la guerra. Lejos de mantener la boca cerrada, el militar le ha respondido emitiendo varios comunicados donde muestra su frustración con los responsables del Gobierno, incluido el secretario de Defensa. «En este proceso es imperativo que todos las personas que forman parte de las deliberaciones ofrezcan los mejores consejos al presidente de manera clara, pero en privado», zanjó Gates.

Curiosamente, Gates hizo ese llamamiento a la discreción pocas horas después de que él mismo se despachara a gusto sobre lo mal que le va a EE UU en su guerra con los talibanes por no haber desplegado un número suficiente de tropas en el país asiático y enviarlas en su lugar a la guerra de Irak.