Tras el Día Internacional del Docente
Actualizado: GuardarHan pasado quince años desde que en 1994 la UNESCO instauró el Día Mundial del Docente con el objetivo de «movilizar apoyo para los docentes y garantizar la atención de las necesidades de las generaciones futuras».
En todo este tiempo, no se puede decir que esta celebración y su mensaje se haya extendido de la forma deseada. Es por ello por lo que quiero aprovechar la fecha del 5 de octubre de ayer para enviar un saludo a todas las y los docentes de nuestra provincia.
Sé que los saludos institucionales de este tipo no son siempre bien recibidos, pero quiero que todos los maestros y maestras, profesores y profesoras gaditanos sepan que lo hago desde mi más absoluta sinceridad y con el reconocimiento más real del trabajo que desarrollan en cualesquiera de los ámbitos en que lo hacen: zonas rurales o urbanas, aulas específicas u hospitalarias, centros de profesores o equipos de orientación.
Todos ellos tienen como objeto común el niño o el adolescente y su formación, que se realiza por medio de su capacitación profesional y de su personalidad, pues de todos es sabido que el maestro ejerce enseñanzas más allá de su función transmisora de contenidos.
Desde la Consejería de Educación, hemos querido en este curso académico de 2009/10 poner el énfasis en el reconocimiento del esfuerzo y en la demanda de un mayor respeto de la función del profesor, así como en el refuerzo de su prestigio. Y lo hacemos convencidos de que la sociedad se lo debe, y no sólo por ser quien es, sino porque ese es el camino por el que debemos caminar si queremos una sociedad del futuro mejor preparada y afianzada por los valores de paz, solidaridad y tolerancia que se enseñan en la escuela.
Si hacemos un esfuerzo de sinceridad, todos estaremos de acuerdo en que, desde un punto de vista histórico, nunca en Andalucía han existido más medios ni mayor presupuesto para la educación. Sí, ya sabemos que hacen falta más. Siempre lo harán, pero ningún medio tendrá sentido si el maestro en su función no se ve respaldado por una sociedad que valore, respete y respalde su labor.
De los treinta millones de docentes que se encuentran repartidos por el mundo, cerca de dieciocho mil ejercen su labor en nuestra provincia. Todos ellas y ellos son merecedores del mayor de los respetos, y no solamente hoy, sino en cada uno de los días y en cada una de las acciones y decisiones que toman.
De los padres y de las madres, de los medios de comunicación y de todos los agentes sociales esperamos que estén a la altura de la importante labor que estos docentes realizan.