De Vicasa al Marco de Jerez
Actualizado: GuardarLas manifestaciones o baños de masas suelen provocar un estado de euforia del que es difícil salir. La ciudad se volcó el pasado martes con los trabajadores de la fábrica de botellas, que ven como su futuro pende de un hilo, después de que su propietaria -Saint Gobain-Vicasa- anunciara la intención de cerrar la planta.
No cabe duda que Jerez ha mostrado una gran solidaridad con estas personas afectadas por un mal endémico, que en las últimas fechas está dejando sin trabajo a un buen número de ciudadanos de todos los sectores.
Sin embargo, después de haber visto la manifestación multitudinaria en primera persona, creo la lucha contra destrucción de empleo en Vicasa se ha convertido en algo más. La factoría jerezana con más de cien años de historia es un símbolo de una etapa en la que la industria tenía un papel importante en la vida de la ciudad.
Con el paso de los años, Jerez ha dejado de ser sede de otras empresas del sector, por lo que la tenacidad que emplean todos los estamentos de la ciudad para exigir la continuidad de su producción va más allá de los efectos colaterales que provocaría su cierre en los trabajadores.
Algo similar está ocurriendo en el Marco, con la crisis acuciante que afecta a todo aquel que está relacionado con el cultivo y la creación del vino. Se trata sin duda de un producto que ha dado a conocer el nombre de la ciudad en todos los rincones del mundo. Quizás por eso, la portavoz del PP, María José García-Pelayo, no dejó escapar la oportunidad de pedirle a la alcaldesa Pilar Sánchez más implicación en las movilizaciones que los viñistas vienen realizando en las últimas semanas para reclamar ayudas a la Junta de Andalucía en estos tiempos de crisis. El debate está sobre la mesa y alguien debe tomar la voz cantante.