Una vida marcada por la tragedia
Antonio Porta, el chipionero condenado en Honduras,vivía obsesionado con la idea de compartir su vida con una mujer desde que sufrió un grave accidente en 2001
CHIPIONA Actualizado: GuardarLa vida y la personalidad de Antonio Porta Álvarez cambiaron radicalmente a raíz del accidente de tráfico que sufrió hace ocho años. De ser una persona introvertida y reservada con su familia, con un empleo como oficial de albañilería, se convirtió en un hombre comunicativo y abierto, aunque impedido para trabajar por las secuelas psíquicas que el fatal suceso dejó en su cerebro.
Antonio circulaba en motocicleta por la carretera de Jerez cuando el conductor de un vehículo detenido en el arcén abrió la puerta provocando su caída y un fuerte golpe en la cabeza. «Llevaba el casco en el manillar. No contábamos con él. Pasó una semana en coma, y cuando se despertó no se acordaba de ninguno de nosotros».
Empezar desde cero
«Había que darle de comer, vestirle. Entre dos, lo sujetábamos por el pasillo para que aprendiera de nuevo a caminar», explica su hermana Inmaculada. Ya en su casa, Antonio tardó un año en recuperarse, aunque el diagnóstico médico lo declaró inválido, y a sus 41 años, vivía con una pensión mensual. La indemnización por el accidente fue invertida en un duplex, ubicado en la avenida Félix Rodríguez de la Fuente, que es su domicilio actual. «Él mismo decoró la casa, compró los muebles, las cortinas... Tiene un pequeño jardín con plantas que cuidaba. Su ilusión era tener una mujer a su lado, una compañera. Había tenido varias novias, pero no nos presentó a ninguna. Ahora estaba obsesionado con la idea de tener pareja», asegura otra de sus hermanas, Pepi. Pese a estar independizado, Antonio acudía a diario a almorzar a casa de su madre. «Y era otra persona, mucho más abierto y hablador. También disfrutaba mucho con sus sobrinas, aunque ya antes le gustaban los niños. Siempre tenía bolsitas con chucherías o un huevo kinder para cuando venían aquí».
Su primo José Miguel era su confidente y su mano derecha. «Me lo cuenta todo. Estamos juntos desde niños, cuando jugábamos al fútbol e íbamos en bicicleta por ahí. Un día me dijo que había conocido a la mujer de su vida y que no le importaba arriesgarse a viajar a Honduras con tal de conocerla. Es una persona maravillosa. Mi protector, mi amigo, mi hermano mayor. Siempre estaba pendiente de mí y me ayudaba en todo lo que necesitara». Con su primo, Antonio salía de vez en cuando a bares y discotecas. «Como todo el mundo. Pero él no fumaba, ni bebía... sólo en excepciones». De pequeño, Antonio estudió en los colegios públicos de Chipiona Lapachar y Cristo de las Misericordias, aunque no llegó a aprobar el graduado escolar y comenzó a trabajar en la construcción.
Dibujante y tatuador
Aficionado al Carnaval, antes del accidente fue componente de una comparsa y desfiló en la cabalgata. Pero uno de los hobbies que no ha abandonado es el dibujo, que según su familia se le da bastante bien, y el arte del tatuaje. Su hermana Encarnación luce una rosa en el tobillo que le hizo él con una máquina profesional. «Lo hace por afición, a sus amigos, a nosotros, pero no por el dinero. También es muy manitas en los chapús domésticos». Las amistades de Antonio eran escasas y sus salidas nocturnas también. «Él prefería pasarse las horas frente al ordenador», afirma su madre Josefa. Su prima Puri también es persona de su confianza. «Es la persona más noble del mundo entero. No tiene nada suyo. Me cuenta sus cosas y yo a él también. Tenía muchas ganas de tener una mujer e hijos. Mi hija chateaba con él y lo hizo estando ya en Honduras, poco antes de la detención. Le dijo que quería retrasar el vuelo de regreso para convencer a la chica de que se casara con él y así traerla a España». El viaje de Antonio a Honduras duró la friolera de 36 horas, haciendo escala en Chicago y Miami antes de llegar a su destino.
Una concentración prevista para el viernes a las 19.00 horas frente al consulado de Honduras, ubicado en Ramón de Carranza, pedirá el apoyo para el Frente Nacional contrario al golpe de estado. Entre los colectivos convocantes se encuentran Pro Derechos Humanos de Andalucía, Facua, Ecologistas en Acción, y partidos políticos como Izquierda Unida o Izquierda Socialista, entre otros. Consideran que «la represión del golpista Micheletti es brutal y va en crescendo» y que la comunidad internacional «debe apoyar a los que luchan de forma pacífica para restituir la legalidad en su país».