Romper no está mal

Será aquello de que sarna con gusto no pica o que estas cosas con glamour se llevan mejor. El caso es que la actriz y cantante Scarlett Johansson ha dicho que las rupturas amorosas «tienen un punto interesante». A sus 24 años y casada desde hace uno con el actor canadiense Ryan Reynolds, la intérprete ha declarado a la revista alemana FürSie que ella ha vivido muchas rupturas y que de todas ha aprendido algo, a pesar de su carga dramática. «El final significa también el principio de algo nuevo, o al menos la oportunidad de empezar otra relación y evitar los errores que hicieron que las cosas se torcieran la última vez». No hay mal que por bien no venga debe de pensar Johansson, que acaba de grabar un disco dedicado casualmente a sus batacazos amorosos. Seguro que Reynolds está encantado con todo ello.