Cantero sin futuro

Hay dos oficios que se disputan ser el más antiguo del mundo: el de la prostitucion y el de cantero. En tiempos de Franco había quien se jactaba desde el gobierno que no todos podrían ser economistas, abogados o médicos.

En la actualidad aunque el trabajo de las piedras no tiene la importancia de la antigüedad, aun hay quienes ejercen de picapedreros destrozando la ilusión y la esperanza de muchos jóvenes desde su atalaya de poder.

Tal vez por ello sería conveniente legalizar la prostitucion y expedientar y expulsar de nuestra universidad urbana a los rompedores de corazones. Con ello ganaríamos todos y se haría justicia. Pedro José Narváez Benítez y Juan Manuel Canle Durán. Cádiz