crisis económica mundial

Activación y educación, las recetas para afrontar el negro futuro del desempleo

Los países de la OCDE, junto a otras ocho naciones invitadas, prevén unos trimestres complicados para el empleo

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La activación laboral para incitar a todos los parados a volver al mercado de trabajo y la educación son las recetas principales de la reunión ministerial de la OCDE para hacer frente a una crisis del empleo que se va a agravar al menos durante varios trimestres. "Activación y educación" es el lema que repitió de forma machacona el ministro sueco de Empleo, Sven Otto Littorin, en la presentación de las conclusiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en la que participaron los 30 países miembros pero también otros ocho, incluidos Chile y Brasil.

Littorin, cuyo país desempeña este semestre la presidencia de la Unión Europea (UE) y que ejerció de presidente de este encuentro de dos días, ha puesto el acento en que la crisis no puede conducir a que una parte de la población activa abandone el mercado de trabajo porque su aportación será necesaria para la viabilidad futura del sistema sanitario y del sistema de pensiones.

Por eso uno de los puntos insiste en que "teniendo en cuenta el envejecimiento de la población (...) reducir la oferta de mano de obra no es una respuesta viable a la actual crisis del empleo". En la práctica, es un pronunciamiento contra el recurso a las jubilaciones anticipadas o contra dispositivos por los que las personas con discapacidades queden fuera del mundo laboral. Además, "la indemnización del paro debe estar asociada a fuertes incitaciones para la búsqueda de un empleo y, si es necesario, a servicios de recolocación eficaces", según el texto ministerial. Se trata de lograr que personas que "son dependientes de subsidios se conviertan en contribuyentes" gracias a su trabajo, ha afirmado Littorin.

Un horizonte complicado para el empleo

El ministro italiano de Trabajo, Maurizio Sacconi, también ha lanzado una advertencia contra "las malas prácticas del pasado" a la hora de diseñar planes de empleo y aseguró -poniendo la experiencia de su país o los holandeses como ejemplo- que los programas en el sector público "nunca han sido efectivos". El secretario general de la OCDE, ha vuelto a insistir en que pese a que haya signos de recuperación económica "en los próximos trimestres (...) las cifras del empleo van a seguir deteriorándose" con cifras del paro que "van a ser duras y difíciles".

En concreto, la organización prevé que en sus 30 países miembros a los más de 15 millones de personas que ya han perdido su trabajo desde el comienzo de la crisis en 2007 se añadirán una decena de millones suplementarios de aquí al fin de 2010, cuando habrá unos 57 millones de desempleados, casi el 10% de la población activa. En este contexto, "restablecer el crecimiento mundial es vital para atajar la crisis del empleo" pero no suficiente, de acuerdo con los ministros reunidos en París, que indicaron que "los parados y sus familias deten tener acceso a redes de seguridad que los protejan eficazmente contra el riesgo de pobreza y les mantengan en el mundo del trabajo".

Sobre la orientación que debe tener la formación, los ministros han destacado "el potencial de nuevos empleos que deja entrever la evolución hacia una economía del conocimiento y con bajas emisiones de carbono y el desarrollo de servicios sanitarios y de carácter social para responder a las necesidades de una población que envejece".