'L'uomo del monte ha detto si', de Molfetta. / LA VOZ
Sociedad

Terror en el arte

La Policía italiana destruye una obra de un artista al creer que era un envío de explosivo para ETA

VITORIA Actualizado: Guardar
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Una de las secuelas de los atentados del 11-S ha sido un importante aumento de las medidas de seguridad en los aeropuertos. Así lo confirmó en el octavo aniversario de la acción de Al-Qaida un artista italiano llamado Francesco Molfetta. Tenía pendiente una exposición en el Archivo del Territorio Histórico de Álava, que depende del Departamento de Cultura de la Diputación y que coordinaba desde Vitoria el también artista Iban Arroniz.

«Envió por DHL Courier, por avión, las obras desde Milán, pero no salieron del aeropuerto», recuerda el alavés. Una de las obras, titulada L'uomo del monte ha detto sí, conjuga varias figuritas a escala y una granada (real, de la Segunda Guerra Mundial, «desactivada y sin explosivo en su interior»). Al pasar por el sistema de rayos X en el aeropuerto, «saltaron todas las alarmas».

Arroniz relata ahora que, por precaución, se evacuó el hangar de DHL del aeropuerto y se avisó a los artificieros de los carabinieri. Los especialista se presentaron en el lugar y «destrozaron tanto esta obra, perteneciente a un coleccionista privado que la había cedido, como algunas otras pertenecientes a la exposición en curso», señala el artista y comisario, que tuvo que areglar varias de ellas para poder incorporarlas a la muestra, la víspera de al apertura de la exhhibición en la capital alavesa.

Pero la cosa no quedó ahí. La Policía «fue a casa de Francesco, y le interrogó, según sus palabras, como si fuera un terrorista». Al parecer, «lo habían relacionado con el problema vasco y pensaron que era un envío de armas para ETA, quienes me imagino que hubieran usado otro canal», ironiza.

Arroniz considera absurdo. el trato a su colega italiano, «máxime cuando, una vez abierto, era constatable que el envío se trataba de obras de arte». Además, señala que «el autor es de sobra conocido como profesional del arte y trabaja con diversas galerías».

Mientras tanto, en Vitoria ya esta abierta Made in Italy, compuesta por 26 piezas de pequeño formato,donde Molfetta recurre a los muñecos habituales en las maquetas a escala de trenesy los transforma en personajes inmersos en situaciones irreales. a través de estas obars, el artista reflexiona sobre las grandes cuestiones del ser humano, como la muerte o el destino.

Compensaciones

En este caso, el sino de Molfetta ha sido poco apetecible. «Se ha visto obligado a pagar al coleccionista que compró la pieza, además de los gastos derivados de la evacaución del recinto y un nuevo envío con los restos de las otras obras», cita Arroniz y añade que «espero que la Diputación compense algo». Además, el susto ha sido como «para pensarme no comisariar más», lamenta el alavés.