Antonio Porta tiene un trato especial en la prisión y confía en salir el lunes

Cuarto día en prisión y contando las horas para el juicio del lunes. El chipionerio Antonio Porta, detenido el pasado martes en Tegucigalpa (Honduras), recibió ayer la primera visita de algunos familiares en la cárcel. La hermana de su novia se encargó de llevar al joven ropa y dinero y le transmitió el ánimo de sus padres. La familia de Antonio se encontraba ayer algo más tranquila al recibir anoche la confirmación directa de que el chipionero recibe un trato especial en la prisión y se encuentra bien de salud.

Antonio viajó el 17 de septiembre a Honduras para conocer a su novia. El gaditano entabló relación hace cuatro meses con María Antolina García a través de un chat en Internet. Fue un flechazo en la red y Antonio quiso sellar el compromiso con este viaje. Pero el destino le ha jugado una mala pasada. El joven se encontró a su llegada con un país divdido por el golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya e impuso a Roberto Micheletti. Antonio tiene 41 años y sufre una lesión cerebral que le impide trabajar. Sus ganas por conocer a María y casarse con ella han podido más que la crisis política que sacude al país. La familia le pidió que aplazara el viaje, pero el amor es ciego.

Antonio se hospedó en un hotel, situado frente a la embajada de Brasil. El ex presidente Zelaya se coló el martes en esta residencia diplomática y provocó una revuelta en el exterior. Antonio se disponía a cenar con su novia y seis familiares de ésta cuando les sorprendió el tumulto. La Policía los detuvo y pesa ahora sobre ellos la acusación de secesión, daños y quebranto del toque de queda. Todos se encuentran ahora en el mismo módulo de la prisión de Tegucigalpa.

El abogado y las pruebas

La embajada reaccionó de inmediato y activó la maquinaria legal. La cónsul fue la primera en visitar a Antonio en el penal y en transmitir a la familia sus primeras palabras: «Estoy bien, no se preocupe.... tranquilos».

Antonio cuenta ya con representación legal para el juicio que se ha fijado para el próximo lunes. La familia declaró ayer a este periódico que había enviado a la embajada todos los informes médicos que certifican que Antonio tiene una minsuvalía física. Igualmente, la familia de la novia de Antonio ha recogido pruebas de que no tienen nada que ver con la revuelta que se organizó frente al hotel por la presencia de Zelaya en la embajada brasileña.

La familia de Antonio vive con angustia su asusencia. Su hermana Inmaculada comentaba anoche que no imaginan nada sobre la decisión que adoptará el lunes el juez. La pena por estos delitos que se le imputan ascienden a tres años. Confían en que la pesadilla acabe el lunes.