Los expropiados del tranvía claudican y cobran las indemnizaciones de la Junta

Comenzó la cuenta atrás para los expropiados de Montañeses de La Isla. En unas seis semanas tendrán que dejar de forma definitiva tanto sus viviendas como sus locales, que serán derribados para integrar la zona dentro de las obras que se están acometiendo para la peatonalización y puesta en marcha del tranvía por la calle Real.

Ayer, la Junta comenzó a hacer efectivos los pagos, que ascienden a 1.095.000 euros, a los afectados, aunque hay tres que siguen sin tener contacto con la Administración regional al no alcanzar ningún tipo de acuerdo sobre las cantidades. Las posturas están tan alejadas que actualmente la única salida que existe para la liberalización de los terrenos es la expropiación forzosa. Una solución que se pretende evitar, la Junta ha solicitado nuevamente la documentación de las diferentes tasaciones de los locales y de las pérdidas existentes por el cambio de negocio. Aún así, parece complicado que se llegue a un acuerdo ya que los expropiados piden más de 300.000 euros para marcharse del lugar y por el momento sólo les han ofrecido 60.000 euros. Además cuentan con las valoraciones realizadas por la Empresa Municipal de Suelo (Esisa) que eleva tales cantidades a casi 270.000 euros.

De esta forma, el primer paso es el de volver a reanudar las conversaciones, sobre todo porque el tiempo apremia y desde la Administración regional no se quiere demorar más la actuación en el lugar. Las máquinas ya han sobrepasado Capitanía y también se ha finalizado la remodelación de la entrada de la ciudad con la habilitación de varios carriles en la zona del Puente Zuazo. Son seis semanas las que quedan para llegar a buen puerto unas negociaciones que actualmente se encuentran rotas. Así lo confirma Javier Bey, que es uno de los propietarios del bar Las Canastas. Aunque sigue teniendo la esperanza de conseguir un trato justo, Bey aseguró: «No me iré por lo que me dan actualmente y si no se reanudan las conversaciones entonces tendrán que sacarme por las malas del bar». El resto de inquilinos y propietarios ya preparan las maletas. Hay quien hace tiempo se marchó para iniciar su actividad lo antes posible en otro lugar y el resto está a punto de hacerlo. De hecho, hay afectados que en los próximos días acudirán a Esisa para ver el catálogo de viviendas en alquiler.