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«Convertir Cádiz en puerto base es una obsesión idílica y poco rentable»
La compañía empleará mañana la ciudad como punto de salida de su crucero; su clima y el hecho de que no esté saturada de turistas han sido claves en la elección
CÁDIZ Actualizado: GuardarEl MSC Orchestra fondea ya muy cerca de las aguas gaditanas. Ahí tiene reservado un sitio para la historia: mañana se convertirá en el buque que inaugure Cádiz como puerto de embarque y desembarque de cruceristas. En el horizonte, el objetivo de convertirse en base de los turistas que eligen pasar sus vacaciones a bordo. Es sólo un paso, pero las ilusiones están intactas. La compañía que ha depositado la confianza, la italiana MSC, cuenta los motivos de la elección a través de su director en España, Emiliano González.
-A medida que ha avanzado el tiempo, Cádiz se ha ganado la confianza de la compañía MSC. ¿Cómo afrontan esta nueva experiencia?
-Responde a nuestro proyecto, basado en ofrecer a los clientes el mayor número de puertos posibles. De esta manera, la ciudad de Cádiz es un destino imprescindible y atractivo, tiene puerto y una actividad turística muy importante.
-Pero ya no sólo se usa el puerto como parada de cruceros, si no que han apostado por Cádiz como salida de los buques, ¿por qué esta ciudad?
-Es la estrategia de la compañía. Cádiz ocupa un lugar geográfico muy interesante para nosotros. Va a permitir que cruceristas de la ciudad y del resto de Andalucía occidental, además de portugueses y extremeños, tengan la oportunidad de embarcar en un puerto más cercano.
-¿Y qué supone para la ciudad esta experiencia?
-Se beneficia del gasto de los que embarcan en la ciudad. Si cuando un crucero para en un puerto permite que bajen más de 2.000 personas durante diez horas, imagine los gastos de 50 ó 60 personas que necesitan pernoctar una noche en un hotel o que aprovechan los días previos a la salida o los posteriores a la llegada para alargar sus vacaciones. Eso repercute no sólo en los hoteles, sino en museos, restaurantes, contratación de excursiones...
-Los últimos informes hablan de que un crucerista gasta, de media, 60 euros cada vez que baja a un puerto. ¿Se ha quedado la cifra estancada con la crisis?
-Bueno, la idea que yo tenía es que se gastaba de 90 a 100 euros en cada puerto de escala.
-Mañana es el estreno, ¿cómo valora la respuesta de Cádiz?
-La primera escala es muy positiva. El puerto está colaborando mucho con la organización y adecuando las necesidades para que el cliente se sienta más cómodo y seguro.
-¿Quedan cabinas por vender?
-En Cádiz se subirán unas 60 personas; pero sí, quedan todavía algunas cabinas, según mis últimos datos, por vender.
-Hay siete oportunidades (los MSC Orchestra salen mañana y el 27 de septiembre, el 5, 13, 21 y 29 de octubre y el 6 de noviembre) para demostrar la capacidad de Cádiz para ser punto de salida de buques. ¿Repetirán el año que viene?
-Para el año que viene esperamos repetir, sí.
-¿Y más allá de 2010?
-Nosotros nos planteamos la temporada más próxima, no podemos adelantar nada de las siguientes. Depende mucho de la respuesta de los clientes.
-¿Está Cádiz más cerca de convertirse en puerto base de cruceros?
-Un puerto puede utilizarse en las dos vertientes, puerto base y puerto escala. Es muy difícil que un barco salga sólo de un único puerto. ¿Qué compañía puede confiar en una única posibilidad para atraer a los clientes? ¿Cómo se llena un buque normal de 3.000 personas?
-Ésa es la aspiración de instituciones y ciudadanos de Cádiz.
-Es una obsesión, resulta muy idílico, pero es muy poco rentable. Hay que cuidar mucho este tema, cualquiera quiere garantizar su rentabilidad. La mayoría de los puertos son circulares: puerto base y puerto escala a la vez.
-Septiembre es un buen mes para el turismo de cruceros, sobre todo por el Mediterráneo...
-Sí. Es otra de las razones por las que se ha elegido Cádiz. Los cruceristas van a poder disfrutar de un viaje en los meses de septiembre, octubre y noviembre por ciudades que disponen de una muy buena climatología. Además, el cliente en tránsito se va encontrar con una ciudad con buen clima y que ya no está tan saturada turísticamente, lo que ayuda a romper con la estacionalidad.