ESPAÑA

Zapatero cifra en 15.000 millones de euros la subida de impuestos

El jefe del Ejecutivo reconoce su «error» al diagnosticar la situación económica en el segundo semestre de 2007 Anuncia un recorte del gasto ministerial del 6%

COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero arrojó ayer un poco de luz sobre la subida de impuestos que viene al cuantificarla en torno a los 15.000 millones de euros. Explicó que este aumento de la fiscalidad, sin reducir el gasto social, es su receta para recortar el déficit público. No aclaró, sin embargo, qué sectores o qué actividades económicas tendrán que soportar el próximo año este aumento de los gravámenes, precisión que dejó para cuando presente a fin de mes el proyecto de Presupuestos de 2010. Sólo detalló que no afectará a las rentas del trabajo.

El presidente del Gobierno acudió de nuevo al Congreso para explicar, por cuarta vez según las cuentas de unos y la novena según las de otros, su política, y en esta ocasión su zurrón de anuncios también estaba en crisis. Su intervención no aportó novedades sustanciales respecto a anteriores comparecencias, si bien la discreción estaba justificada por la cercanía del debate presupuestario, marco en el que deberán debatirse las propuestas específicas en materia fiscal o de gasto.

Indicó que la anunciada subida de impuestos «quedará por debajo del 1,5% del PIB», es decir, alrededor de los 15.000 millones de euros. Para endulzar la medida, se apresuró a señalar que la presión fiscal aún será inferior a la que existía con el Gobierno del PP, y también estará por debajo de la media europea. ¿Quién pagará más en 2010? No lo dijo, aunque exceptuó que el peso vaya a recaer en las rentas del trabajo.

«Reducir el déficit»

Rodríguez Zapatero señaló que su objetivo, compartido con la totalidad de los grupos de la cámara, es reducir el déficit público, que este año llegará cerca del 10% del PIB. El jefe del Ejecutivo tiró de ortodoxia socialdemócrata y escogió como herramienta el aumento de la fiscalidad, a diferencia de otros grupos como el PP y CiU, que abogaron por recortar el gasto público.

Pero como el esfuerzo no sólo puede recaer en una parte, se comprometió a un nuevo apretón de cinturón en la Administración del Estado. Los Presupuestos, dijo, contemplarán una reducción del 6% de los gastos ministeriales, sobre todo en los capítulos de gasto corriente, restricción «radical» de la oferta de empleo público y contención salarial para altos cargos y funcionarios. En total, unos 3.000 millones de euros, según fuentes gubernamentales.

Con estos datos, anticipó que los Presupuestos de 2010 serán «los más austeros de los últimos años», pero se quedó ahí para no estropear las ulteriores negociaciones que tendrá que mantener con los grupos parlamentarios.

Hechos estos anuncios, Rodríguez Zapatero abundó en su visión de la crisis y, aunque no fue el primer acto de contrición, fue más autocrítico que otras veces. «Reconozco mi error» al diagnosticar la situación económica en el segundo semestre de 2007, dijo, y de paso dio un puyazo a los que «no se equivocan nunca», en clara alusión a Mariano Rajoy.

En su exposición inicial de 45 minutos el jefe del Ejecutivo se esforzó en ser «prudente», y resaltó los aspectos positivos y pasó de puntillas por los negativos. Zapatero se explayó, además, en disquisiciones sobre la Ley de Economía Sostenible, piedra angular de su estrategia anticrisis.