Rajoy muestra un gráfico durante su comparecencia. / EFE
ESPAÑA

Rajoy ofrece un pacto para reducir el gasto en todas las administraciones

El líder del PP pronostica mayor recesión y más paro si crece la presión impositiva

COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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El líder de la oposición ofreció ayer al presidente del Gobierno, en sede parlamentaria, un gran acuerdo para reducir el gasto de todas las administraciones públicas a cambio de que no suban los impuestos. Mariano Rajoy pronosticó un agravamiento de la crisis si José Luis Rodríguez Zapatero aplica el anunciado incremento impositivo y pidió un cambio radical de la política económica.

En plena campaña contra el nuevo rumbo de la estrategia fiscal del Gobierno, el presidente del PP adelantó que la subida de impuestos «sólo aumentará la desconfianza, disminuirá el consumo, la inversión y el ahorro, agudizando el proceso de recesión y el incremento del paro».

«En esta situación -le dijo al presidente- aumentar la carga fiscal supondrá menos inversión, menos consumo, menos confianza, menos puestos de trabajo, más crisis y, además, no solucionará el problema del déficit porque no hay subida de impuestos capaz de tapar el monumental agujero que usted ha creado».

Después, oficializó ante la Cámara su propuesta de pacto de austeridad en todas las administraciones y se comprometió a asumir al lado del Gobierno socialista el coste que los recortes pudieran tener ante la opinión pública.

Rajoy se esforzó por demostrar que su partido no sólo plantea críticas, como le achacan desde el Gobierno, sino que está dispuesto a colaborar en la gestión de la crisis económica siempre que exista coincidencia en el diagnóstico y en la solución a aplicar. «Cuando de verdad ha sido necesario nuestro concurso para un asunto serio, no le ha faltado», afirmó.

Pero Rajoy dejó claro que tiene escasa fe en la posible concertación con el Gobierno y dijo que el presidente no busca un gran acuerdo para afrontar la crisis económica, ya que ha logrado «un apaño» con las minorías para sacar adelante los Presupuestos de 2010 e «ir tirando».

A costa de acusar al jefe del Ejecutivo de practicar el 'cortoplacismo', arremetió contra su política económica y descalificó todas las medidas adoptadas hasta el momento, a excepción de las pactadas con el PP, así como los diagnósticos que en cada momento ha hecho sobre la situación económica. Le acusó de mentir al no reconocer que la crisis de la economía española tiene profundas raíces propias, como demuestra el principio de una recuperación que ya se atisba en otros países, y le acusó de «confundir la desaceleración del ritmo de deterioro con una mejoría» de la economía.

Consideró la Ley de Economía Sostenible «una ocurrencia» presentada de forma «apresurada y chapucera», y concluyó que el balance de gestión del Gobierno «no puede ser más desolador», con cuatro millones de parados, miles de empresas cerradas, caída de la actividad económica, déficit público desbocado y una «catarata de medidas gubernamentales con escasa o nula eficacia».

Bandazos

Rajoy centró sus más aceradas críticas en el incremento del gasto público y el aumento del déficit, al que atribuyó las subidas de impuestos que ahora se plantea el Gobierno.

«El déficit y el paro creciendo, el consumo disminuyendo, las inversiones despeñándose, decenas de miles de empresas cerrándose, y usted instalado en una especie de Arcadia feliz vislumbrando ya un mundo maravilloso», criticó, y dijo que la situación actual es peor que la de hace unos meses por el empeoramiento de los datos del paro y una importante pérdida de credibilidad del presidente y su Gobierno.

Por eso, le pidió un «cambio radical» de la política económica, con reformas estructurales y un importante recorte del déficit pero sin subida de impuestos.