Asesinado a tiros un conocido empresario en Ronda

Cuando lo encontraron en la cuneta aún estaba agonizando. Una persona telefoneó a los servicios de emergencias para alertar de que había un hombre sangrando junto a la carretera de Ronda a Montejaque, en las inmediaciones del acuartelamiento General Gabeiras de la Legión.

La víctima falleció antes de que llegara la ambulancia del 061. A las 14.30 horas de ayer, el médico certificó la defunción por impactos de arma de fuego. Presentaba al menos dos orificios de bala en el costado derecho y en la espalda, según ha podido saber este periódico.

El fallecido fue identificado como J. M. S., un empresario rondeño de 55 años, muy conocido en la Ciudad del Tajo, que al parecer se dedicaba a negocios de compraventa y antigüedades. Su familia siempre ha estado vinculada a la actividad comercial en la calle Armiñán, en el casco histórico. J. M. S. era, además, hermano mayor de la Hermandad de los Gitanos de Ronda. Su cadáver fue hallado en la pedanía de la Indiana, donde, curiosamente, tenía una finca.

La investigación, un mano a mano entre la policía y la Guardia Civil, se desarrolló en un tiempo récord. Los agentes descubrieron algunas pistas que les llevaron a realizar una detención en menos de media hora. El fallecido fue visto poco antes de su muerte con un joven de 18 años, natural de Almería. Y un testigo lo vio coger un taxi minutos después del suceso.

El coche en el que viajaba fue interceptado por la Policía Local de Algodonales, que fue avisada por la Guardia Civil, a escasos metros de esta localidad.

El joven fue detenido por su presunta implicación en los hechos. Por motivos de seguridad, en previsión de posibles enfrentamientos entre clanes, el arrestado fue conducido rápidamenet a la Comisaría Provincial de Málaga.

Según las pesquisas policiales, el fallecido habría recogido en su coche al arrestado y se dirigían a una feria de ganado que se celebraba en la zona. Por el camino, según las fuentes, se habría producido una discusión «por un negocio» que acabó en los disparos –al menos dos– que acabaron con la vida del empresario.

Al cierre de esta edición, los agentes intentaban encontrar la pistola.