Padre por imperativo judicial

Joaquín Cortés lleva más de un año tratando de esquivar sus obligaciones paternales, pero la Justicia le ha 'cercado'. Un juez de Madrid ha obligado al bailarín a reconocer que es el padre de Samuel, un crío de 15 meses fruto de su relación con la guineana Katie Asumu, que trabajó un tiempo como su asistente personal. A partir de ahora, y con carácter retroactivo desde que nació el niño, deberá pagar una mensualidad para su mantenimiento que el juzgado ha fijado en 600 euros pero que podría variar.

También tendrá que darle su apellido -Pedraja, no Cortés, que es el artístico-. Cuando Katie quedó embarazada, el artista se volvió de repente 'olvidadizo'. Como no había manera de que reconociera que el bebé era suyo, la mujer le llevó delante del juez, pero Joaquín dijo «no recordar» haber mantenido relaciones sexuales con Asumu.

Así que le han ayudado a recuperar la memoria y para que no se le olvide jamás que es el papá de Samuel le han 'recetado' apoquinar unos cientos de euros al mes.