La sala donde se le tomó declaración ha sido desinfectada. / LA VOZ
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El virus del detenido

Llegó con mascarilla y saltaron las alarmas. El traslado de un arrestado con posible gripe A a los juzgados de El Puerto provoca un revuelo y obliga a aplicar un plan para evitar contagios

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El furgón de la Guardia Civil aparcó frente a los juzgados de El Puerto. A simple vista, nada fuera de lo habitual. La imagen, que se repite día a día, pasó desapercibida... hasta que abrieron la puerta del vehículo. Mascarillas. Demasiado llamativas en los tiempos que corren para no fijarse en ellas. La llevaba el detenido y también los guardias civiles que le acompañaban. Y saltó la alarma y la preocupación entre los trabajadores y el resto de personas que en ese momento se encontraban en el edificio. Más aún cuando trascendía que el arrestado provenía del hospital con un diagnóstico provisional de gripe A.

Sin el precedente de casos anteriores y ante el temor a posibles contagios, se hizo necesaria la intervención del decanato, que recurrió al asesoramiento de la forense del centro, según ha podido saber este periódico. Acto seguido se puso en marcha el plan de actuación remitido por la Junta de Andalucía y se decidió que el calabozo, donde había más apresados, no era el mejor sitio para que el detenido esperara hasta que se le tomara declaración en el Juzgado de Instrucción número 4, por lo que tuvo que desandar el camino hacia el furgón y esperar allí hasta que le llamaran a audiencia.

No era la primera vez que el arrestado pasaba por el juzgado. Había estado allí apenas 24 horas antes, el martes, tras su detención por la Guardia Civil, al parecer, por saltarse un control y darse a la fuga. Entonces sí esperó en los calabozos, pero la jueza que le tomó declaración no terminó en el día, por lo que fue trasladado a una celda de la comisaría de la Policía Nacional para pasar la noche y regresar al día siguiente. Pero ahí no terminaría su periplo. Poco después, empezó a sentirse indispuesto y se decidió derivarlo al hospital para que le hicieran una exploración.

Lo que en un primer momento parecía un simple resfriado, terminó con un diagnóstico de posible gripe A, que aún ha de confirmarse. De hecho, el detenido llegó ayer a los juzgados con 37 grados de fiebre, lo que hizo dudar de que el cuadro que presenta sea realmente el de esta enfermedad, aunque no fue motivo suficiente para no activar el plan.

Desinfectación

Finalmente la toma de declaración se hizo ayer según lo estipulado, esto es, el detenido llevó mascarilla en todo momento y se ordenó desinfectar el juzgado a posteriori.

Si bien, el decanato ha informado también de los hechos a la Junta de Andalucía y le ha pedido asesoramiento para saber si debe actuar de igual forma con los calabozos, donde el arrestado pasó unas horas antes de su primera declaración y donde también han permanecido encerradas más personas.

Desde el decanato se asegura que todas las medidas se han llevado para «preservar la seguridad de todos los que había en ese momento en el edificio».