Artículos

Cuestión de imagen

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A nda Teófila Martínez mosqueada por la imagen que se da de Cádiz en los medios de comunicación, sobre todo en las teles nacionales. Decía la alcaldesa el pasado viernes que no se explica por qué se empeñan en ofrecer siempre la parte más «chabacana» y cutre de la ciudad, centrándose en las playas por aquello de que ahora estamos en verano. Se indignaba y reflexionaba en voz alta al respecto. Y aunque ella tiene la oportunidad de hacerlo delante de varios micrófonos en una rueda de prensa, esa misma reflexión la hacen muchos gaditanos a nivel particular, mientras se toman una copita en el chiringuito. Servidor, sin ir más lejos, la ha traído en alguna ocasión a esta Rotonda.

Programas como Callejeros, en Cuatro, o Arena Mix, en Antena 3, han difundido recientemente imágenes de esta nuestra ciudad que realmente no nos dejan en muy buen lugar. Los telespectadores pensarán que aquí sólo hay marías que juegan al bingo en la playa y bloques apuntalados en los que diez vecinos comparten un mismo cuarto de baño.

Ante eso, sentados en el sofá, lo lógico es indignarse, jurar en arameo y gritarle a la tele que por qué no ponen también las puestas de sol de La Caleta o una bella postal de La Alameda. Como decía el cuarteto de Rota, «La Caleta es bonita, el Falla es bonito y es muy bonito».

Sin embargo a lo mejor también deberíamos hacernos otras preguntas. Como por ejemplo si es tan irreal lo que nos muestran las imágenes. ¿Creen que los cámaras de estos programas han tenido que rebuscar mucho para conseguirlas? ¿Habrán hecho guardia escondidos en el coche durante horas para poder grabar a la gente haciendo, ni más ni menos, lo que hace cada día, comportándose como lo hace cada día?

El problema aquí, como suele ser habitual, no es el mensajero. ¿Acaso no recordamos ya las recientes celebraciones por el ascenso del Cádiz? Generalizar es injusto, sobre todo porque está claro que en esta ciudad hay gente, mucha gente, que tiene un mínimo de sensibilidad por el decoro, por las normas de urbanidad, por la educación. Pero no podemos negar -hacerlo sería ponernos una venda en los ojos- que eso que sale por la tele es un fiel reflejo, sin trampa ni cartón, de una gran mayoría de la sociedad gaditana.

Indignarse, renegar de esa telebasura, prometerse no ver nunca más según qué programas, puede dejarle a uno muy a gusto consigo mismo, con la conciencia muy tranquila como gaditano de bien que defiende lo suyo. Pero es, sencillamente, engañarse.

Quizá sería más efectivo que entre todos nos propusiéramos intentar combatir esa chabacanería que denuncia Teófila Martínez. Pero no pretendiendo ocultarla y crucificando a quien la hace pública, sino intentando que no haya nada que mostrar, por inexistente.

Se me ocurren varias propuestas. Por ejemplo, sancionar al Cádiz CF y obligar a su responsable de protocolo, si es que lo hubiera, a asistir a un curso intensivo de decoro y saber estar por permitir que los jugadores asistieran el viernes a la ofrenda a la Patrona con una pinta impresentable en la mayoría de los casos. Si lo que queremos exportar es una imagen digna, esa hubiera sido una excelente oportunidad para que uno de nuestros grandes embajadores, el club cadista, hubiera obligado a sus jugadores a asistir de uniforme, con su pantalón y su polo con el escudo de Hércules.

También el Ayuntamiento podría destinar parte de su presupuesto a ofrecer cursos gratuitos de buenas maneras a todo aquel que estuviera interesado. Y la Junta de Andalucía podría esmerarse más en que los profesores completaran de forma más eficaz la educación que cada alumno recibe en su casa, en lugar de dedicarse a amargar a miles de padres que ven cómo sus hijos no pueden ir al colegio deseado por su nefasta política de escolarización.

Cualquier iniciativa será bien recibida, cualquier idea es buena si sirve para que, dentro de unos años, los que vengan aquí a grabar imágenes cotidianas de la ciudad, se encuentren que no tienen nada que ofrecer y se vayan a Benidorm, donde también están contentos con los de la tele.