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Los comedores escolares no podrán atender toda la demanda

La provincia cuenta con 206 colegios con servicio de almuerzos para el próximo curso, lo que no cubre ni la mitad de la red de Infantil y Primaria La Junta reconoce problemas para ampliar las plazas en los centros antiguos

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La conciliación de la vida laboral y familiar sigue siendo el caballo de batalla de las administraciones públicas. Desde el ámbito educativo se han puesto en marcha diferentes estrategias para satisfacer la demanda de los padres, la última el adelanto del inicio del curso, que fue motivo de encontronazo entre los profesores y la Consejería de Educación. Superado aquel primer escollo, la vuelta al cole se fijó definitivamente para el próximo 10 de septiembre.

Será para esa fecha cuando todos los servicios tengan que estar a punto para la apertura de los centros. Especialmente el servicio de comedor que cada vez recibe más solicitudes.

En los últimos cinco años la oferta se ha cuadruplicado en la provincia con 206 colegios que ya disponen de instalaciones para servir comidas. Este curso son nueve más que el anterior, según recoge la resolución de la Junta publicada en el BOJA el pasado 4 de agosto. A pesar del esfuerzo inversor, el servicio no llega ni a la mitad de los colegios de Infantil y Primaria de la provincia, que son los niveles que mayor uso hacen de esta actividad.

El año pasado se pudo atender a algo más de 24.000 niños, aun así, muchos otros se quedaron a la espera de una plaza libre. Las zonas donde tradicionalmente se registra mayor demanda son Cádiz, Chiclana, El Puerto y Jerez. Estas ciudades son también las que tienen centros más antiguos, difíciles de reformar.

Instalaciones antiguas

El director general del Ente Público de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE Andalucía), Miguel Ángel Serrano, reconoció ayer que estas limitaciones «suponen un problema para la extensión del servicio» en la provincia y en toda Andalucía. Según avanzó, «se están integrando de una forma importante en muchos colegios, pero tiene que crecer». El responsable del ISE, que visitó ayer los nuevos colegios gaditanos que se estrenarán en septiembre, hizo hincapié en que «se aprovecha el verano para realizar las obras de adaptación, pero a veces se plantean dificultades». Precisamente para evitarlas, aseguró que los centros de reciente construcción ya cuentan con estas instalaciones totalmente adaptadas para intentar satisfacer la demanda lo mejor posible.

Cuando las plazas se quedan cortas, hay que optar por la baremación, lo que siempre suscita quejas entre los padres cuyos hijos se han quedado fuera. A la hora de asignar las plazas se tienen en cuenta criterios definidos como dar prioridad a los niños cuyos padres trabajen fuera de casa, los que estén en situación de riesgo o los hijos de matrimonios separados.

A pesar de las limitaciones, Educación insiste en que cada curso se ampliará la oferta a fin de dar respuesta a los padres. Sus representantes en los centros, la ampas, piden más plazas. El presidente de Fedapa en la provincia, Mario García, concretó que «hay muchos colegios que han tenido que hacer doble turno y a pesar de eso, no tienen capacidad para todos los niños que lo solicitan». La orden que regula este tipo de servicios extra escolares contempla la posibilidad de hacer hasta cuatro tandas, que nunca llegan a plantearse dado que la última tendría que comer muy tarde.

García reconoció que el plan de apertura de los centros «ha supuesto un alivio para las familias, pero hay que seguir mejorando». En su opinión, no sólo basta con instalar comedores donde no hay, sino que sería necesario ampliar los que ya existen. «Se han construido colegios nuevos que desde el primer año se han quedado pequeños. Hay que ir con previsión para evitar este tipo de problemas», insistió.

Respecto al inicio del curso, el representante de los padres exigió que se evite la flexibilidad de horarios en los llamados periodos de adaptación. «Para nosotros es un verdadero esfuerzo tener que cuadrar las horas y no saber con quién vas a dejar al niño», lamentó. Mario García se refiere a los primeros días de clase cuando se deja salir antes a los alumnos, especialmente a los más pequeños. «Se han llegado a hacer periodos de adaptación hasta en primero de ESO y se trastoca mucho la vida familiar cuando el matrimonio trabaja».

emartos@lavozdigital.es