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Los que mandan opinan

Directores de establecimientos de diferentes categorías analizan las causas de los buenos resultados

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Ni siquiera el más bello de los paraísos se vende solo. En un planeta saturado de ofertas turísticas, menos. Cualquier diferencia, calidad o reclamo ayuda al cliente a decantarse, más cuando a todos les persigue el monstruo de la crisis o éste sirve de excusa para apretarse y ahorrar. Si se pasa el examen con nota holgada, se suceden los adjetivos halagadores, se alza la voz y se tiende a la crítica cuando atenaza el miedo de una prueba no superada.

El julio hotelero es de notable, de ahí que abunden las buenas palabras. A la espera de la reválida del final de curso, allá por diciembre, todos los expertos coinciden en que no se puede dejar de estudiar.

Los directores de los establecimientos de la provincia cuentan en qué se progresa adecuadamente y cómo la provincia puede mejorar. Estas son, según la primera línea del sector, las claves del destino Cádiz, el alumno aventajado de Andalucía.

Hotel Barceló Sancti Petri, Chiclana

«La oferta hostelera es muy económica»

Si los hoteles de la Costa de la Luz gaditana han congelado los precios de temporada y no han recurrido a las gangas de última hora ha sido, entre otras razones, a que la oferta extrahotelera, bares, restaurantes y lugares de ocio no son tan costosos como en otras zonas turísticas de la región. Susana Roemer, directora del cinco estrellas Barceló Sancti Petri de Chiclana apunta también a que el buen comportamiento del turismo en estos meses se debe a la fidelidad del cliente nacional. «No hacen falta aviones para venir y los precios hosteleros son más baratos», comenta Roemer, para quien la gran ventaja competitiva de Cádiz es que no se trata de un destino saturado. Aunque contenta por los resultados del verano, la directora vaticina «una bajada brutal» en invierno. «Entonces viviremos del turismo extranjero, que tiene que mejorar mucho para entonces», sentencia.

Hotel Spa Senator, Cádiz

«Influye el equilibrio entre playa y ciudad»

Si la terraza de la habitación no da al mar, los establecimientos tienen que aportar algo distintivo en su oferta. En la canícula o durante el frío. Ese «algo más» es lo que según Álvaro Gutiérrez, director del Spa Senator de Cádiz ha propiciado la buena cosecha de resultados en los hoteles de la provincia. «El equilibrio entre el turismo vacacional y el urbano ha sido fundamental para alcanzar estos niveles», asegura. A pesar de ser agosto y de que está situado en pleno centro histórico el Senator está al completo en estos días. En este sentido y según resume su director, se ha ganado gracias al «impulso que le ha dado el Ayuntamiento a la oferta cultural del centro». En el cuatro estrellas, que cuenta entre otros reclamos con el servicio de spa, la crisis apenas se ha dejado sentir en este verano. «No afectó ni en Carnaval ni en Semana Santa, aunque dan miedo los meses de octubre y noviembre», destaca.

Rocío Sutil, directora del Playa Victoria, cuenta que la fidelidad de los clientes se debe devolver con la excelencia en la prestación del servicio. «El cliente hace un esfuerzo en venir y nosotros tenemos que superar sus expectativas en el trato», sentencia.

Hotel Almadraba Conil

«Buscan lo más barato y tranquilo»

Lola Caro, directora del Hotel Almadraba de Conil, representa la cruz de este julio. Su establecimiento ha experimentado los vaivenes del cambio en el comportamiento de los usuarios a la hora de hacer sus reservas. Aunque ahora están rozando el lleno (tiene 17 habitaciones) en el hotel no se habla de una temporada de sobresaliente, sobre todo a causa de las cancelaciones de última hora. Cuando sí dice haber «aguantado el tipo» es en junio. «Los españoles buscan el mejor precio y una mayor tranquilidad, por eso cada vez más eligen los meses de junio o septiembre para pasar sus vacaciones», sostiene Caro. «Lo que importa es la cuenta de resultados y los beneficios finales, a veces los datos son engañosos. Nosotros vivimos un año en el que trabajamos sin previsión», comenta.

HOSTAL

El Campanario, La Barrosa (Chiclana)

«Nuestro cliente es la familia»

No tienen estrellas rutilantes, ni un grupo que los sostengan. Son negocios familiares que a duras penas sobreviven y que han encontrado precisamante al turista familiar en su principal cliente. Manuel Flor, dueño del hostal El Campanario, a pie de la playa de La Barrosa, cuenta que «ha venido más gente pero con estancias más cortas». Eso sí, reconoce que se ha tenido que ayudar con alguna oferta, como la inclusión del desayuno. Sus ocho habitaciones dobles llevan todo el verano ocupadas tanto que, según Flor, esta temporada se ha trabajado mucho más que en las anteriores. Como todos, coincide en la fidelidad del turista nacional en la consecución de tan buenos resultados.