La princesa que susurra a los caballos

He visto una nueva imagen del veraneo de los Sarkozy, y me he dado cuenta de que la pareja está viviendo un agosto lo que se dice on the rocks. No porque se pasen el día dándole al trago largo, qué va. Hablo en sentido literal: en las rocas. En las rocas de una cala salvaje e inaccesible, cuya salida al mar requiere de unas condiciones físicas y acrobáticas dignas del Cirque du soleil. Esta vez, a Sarko estuvo a punto de derribarlo una ola, pero la pericia de su atlética mujer logró impedirlo (sabía que esta especie de Catwoman posee superpoderes, pero pensaba que eran de otro tipo...)

Cada imagen que nos llega del presidente francés y de la primera dama a punto de tomar un baño en el mar es un auténtico poema. Ahí los tenemos a los dos, cerca de Marsella, en Cap Nègre (nombre que supongo proviene de lo negro que está allí bañarse) descendiendo, en fila india y de la mano, por una pendiente rocosa, y quizá resbalosa, que desemboca en el mar. Al final no sabes quién está rescatando a quién. Es verlos y venírseme a la mente una viñeta de cómic con la siguiente leyenda: 'Nuestros héroes, pasando un mal momento...'

Deporte de riesgo

Yo imaginaba que el poderío de los Bruni-Tedeschi alcanzaba como para disfrutar de una mansión con playa incorporada, pero estoy viendo que no. Ahí donde ellos se bañan, llegar hasta las olas es lo que se dice un deporte de riesgo (menos para los paparazzi, claro, que se mueven en lancha). Lástima no poder oír los diálogos de la pareja. Aunque me los imagino...

-'Cherie', ¿te bajas conmigo a la cala?

-Vale, pero ¿con red o sin red?

-Sin red, 'bien sûr'. ¿Por quién me has tomado?

-Aaaaay, mi Nicolás, tú siempre tan lanzadillo...

Y luego supongo que Carla se pondrá a canturrear una de sus dulces canciones para aliviar la tensión que precede al peliagudo descenso.

Y es que la voz es fundamental, ¿no creen? Por más que a veces la vida, como el cine, resulte más cómica muda, la voz es ese complemento indispensable (el software del hardware) que nos permite conocer mejor a una persona. Estoy pensando en Carlota Casiraghi, la hija de Carolina de Mónaco. La he oído hablar por primera vez y su timbre me ha impresionado.

La voz de Charo López

¿Cómo se imaginan la voz de Carlota, a sus 23 años? Yo, que por lo visto tengo menos intuición que los inversores que confiaron de Madoff, me la imaginaba meliflua, aflautada, engolada incluso; de niña bien, de pija así como de Serrano monegasco (en el supuesto caso de que en Montecarlo cupiera la calle Serrano). Pero no. Me he encontrado con una voz tirando a grave y profunda. No tan grave ni profunda como la de Bibiana Fernández cantando Sálvame, pero casi.

¿Será que fuma Carlota, o que en ese vídeo la ha doblado Charo López? No creo que Charo López domine el francés de ese modo y, por lo que he oído, Carlota, que vive para la hípica (y tiene voz como para susurrar a los caballos), fuma poco y en privado.

Digo lo del doblaje porque a veces las voces desmienten o contradicen a sus propietarios. Como todavía no se ha inventado el trasplante de voz, hay toreros de gran valor y futbolistas heróicos que luego los oyes hablar y parecen tímidas colegialas recitando la lección. O, en el otro extremo, la misma Naty Abascal. Ella será una de las mujeres más elegantes, finas y exquisitas del mundo, no digo que no. Pero cuando abre la boca... Parece que la estuviera doblando un Moranco.