La tropa escucha las últimas palabras de sus superiores antes de volver con sus familias. / J. C.
Ciudadanos

La familia es la mejor victoria

Las tripulaciones de la fragata 'Numancia' y del petrolero 'Marqués de la Ensenada' regresaron ayer a Rota tras capturar a 52 piratas en la 'operación Atalanta'

ROTA Actualizado: Guardar
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«¿Es ése o no? A ver espérate. No lo veo bien porque está tan lejos que todos se parecen. Sí es ése, es ése. Hola guapísimo». A los familiares de los 300 efectivos que componen la dotación de la fragata Numancia y el petrolero Marqués de la Ensenada les costaba aguantar las lágrimas en sus ojos, los nervios por volver a ver a sus hijos, hermanos y amigos. Las embarcaciones atracaron ayer en la base naval de Rota tras completar cinco meses de misión en la costa de Somalia dentro de la operación Atalanta, organizada por la Unión Europea para combatir el incremento de la piratería en la zona.

Con banderas españolas y pancartas recibieron a los suyos. En algunos mensajes se aseguraba que «las piratas portuenses esperamos ansiosas vuestro abordaje», una ocurrencia de Estefanía Raposo que ganó el concurso realizado por los amigos de Ricardo Bezeiro, que estaba en el Marqués de la Ensenada, para darle un encuentro «más especial».

Al mediodía atracaban ambas embarcaciones . El Almirante Mayor de la Flota, Carlos Muñoz, les dio la bienvenida a unas tripulaciones que no hacían más que mirar de reojo al puerto en busca de sus familiares.

Entre carreras, abrazos y llantos se produjo el desembarco. Para Ana Moye era especial porque a los pocos meses de casarse «tuve que ver como mi marido se marchaba y ahora que vuelve pienso pasar con él una segunda luna de miel». Los más pequeños se agarraban al cuello de los padres y madres, a los que no habían visto desde hacía cinco meses. Ahora por fin se reencontraban con ellos. Le pasó a Luis Miguel Fernández con su hija pequeña y es que «ellos lo pasan mucho peor que nosotros. Uno se llega a acostumbrar porque hace lo que quiere hacer, pero la familia te tiene lejos y no hace más que echarte en falta».

Su mujer, María del Mar Castellanos, afirmaba que aunque había muchas noticias sobre el peligro existente en la zona «cuando lo hablábamos por teléfono me tranquilizaba y la preocupación disminuía al saber que estaba bien. Pero hablar no es suficiente y no haces más que desear que llegue este momento».

Durante esta misión, las embarcaciones españolas han capturado a 52 piratas y han contribuido a poner a disposición de las fuerzas de seguridad a otros 26. El capitán de navío Juan Manuel Garat fue el encargado de dirigir la misión internacional en estos meses confirmando que «la actuación ha sido muy intensa, sobre todo al principio de la operación, cuando nos encontramos con unos niveles de piratería bastante elevados que progresivamente fueron disminuyendo, con lo cual la situación actual es ahora bastante mejor que cuando nosotros la cogimos el pasado 6 de abril».

Pero durante el reencuentro pocos eran los que preguntaban por los piratas, porque lo que más importaba era hacer planes para disfrutar de los familiares que se han pasado tanto tiempo fuera. Y es que como asegura Vanesa Arenoso «siempre se hace largo. Llevo cinco meses conviviendo con nuestros dos hijos pequeños y me hacía falta ya la ayuda del padre». Florencio Muñoz tiene a uno de sus pequeños encadenado a su cuello y «no lo pienso soltar porque los echaba mucho de menos, ahora nos toca disfrutar porque hemos tenido mucho trabajo».

Tanto que España ha sido el país que más ha contribuido a la operación con el despliegue de la fragata, el petrolero, así como con aeronaves y equipos de infantería para su protección. Y la colaboración con el operativo europeo desplegado en aguas somalíes, ahora bajo mando holandés, continuará al menos hasta finales del año 2010, al haberse ampliado un año más su ejecución dados sus buenos resultados.

Los próximos que disfrutarán des este momento tan emotivo será la tripulación de la fragata Canarias, que se ha encargado de sustituir a la Numancia en la misión.