El Comedor de El Salvador dobla el número de asistencias sociales desde octubre
La demanda de alimentos y ropa se incrementa cada mes, incluso en verano Ofrecen comida, prendas y asesoramiento a quienes lo necesitan
JEREZ Actualizado: GuardarEl calor acecha en las angostas calles del centro jerezano pero eso no impide que multitud de familias se encuentren cada día en el comedor de El Salvador donde reciben los alimentos necesarios para salir adelante. Y es que este lugar gestionado por las Hijas de la Caridad ofrece, sin interrupción por vacaciones, comida, ropa y orientación burocrática a quien acude a ellos en busca de ayuda.
Corren tiempos difíciles para todos y este comedor social lo sabe bien. Actualmente atiende a 165 familias diariamente, lo que supone casi el doble de las que tenía en octubre del año pasado. A este grupo se suman unos 75 transeúntes y personas sin hogar, lo que significa que se sirven unos 670 platos de comida al día.
«Nosotros seguimos ofreciendo la misma cantidad de comida por persona que siempre pero en octubre atendíamos a 85 familias y ahora en agosto hay 165; la diferencia es que antes a lo mejor eran 80 litros de leche diario y ahora son 160» afirma Toni Guillén, técnico social del comedor. Toda esta demanda se puede cubrir gracias a que la gran labor que realiza El Salvador es muy conocida en Jerez y los ciudadanos se han volcado para ayudarles donando alimentos y ropa.
Con estas cifras se pone de relieve que el número de personas con dificultades económicas para mantenerse está creciendo, tal y como vaticinó hace ya un año dicha entidad. En las memorias que el comedor presentará en septiembre se refleja esta tendencia a la alza: «En 2008 ha habido un incremento de más del 25% de asistidos con respecto a 2007 y en 2009 será mucho mayor porque más gente ha acudido en busca de alimentos», asegura Toni.
El perfil más común de personas que asisten al comedor corresponde a parejas jóvenes que han quedado en paro y no pueden hacer frente a los gastos que supone un alquiler o una hipoteca, más todo lo que implica una vivienda. A esto se le suma el problema de la comida ya que no todo el mundo tiene familiares o gente cercana a la que pedir ayuda. «Están viniendo parejas con uno o dos hijos y son gente más o menos joven que no está acostumbrada a acudir a recursos sociales y lo hacen con cierta vergüenza» declara Toni.
Este malestar social se ha notado especialmente durante el verano porque normalmente es una época en la que hay menos gente que busca esta ayuda pero en este caso se ha mantenido el número de atendidos que había durante el curso. «Pensábamos que el verano sería más tranquilo; es verdad que hay familias que han dejado de venir en julio y agosto pero también hay mucha gente nueva que no esperábamos» destaca el técnico social. Para ellos lo más preocupante es la situación de Jerez porque no hay viviendas sociales y la gente empieza a desesperarse por el tema de las hipotecas y los alquileres.
Más que un comedor
A parte del comedor las Hijas de la Caridad también ofrecen ropa a los que la necesitan. Para ello hay un ropero que se rellena todos los días y está en el propio comedor. «Por él van pasando las familias que lo solicitan y cogen lo que necesitan», cuenta Toni. También recogen cosas especiales que se les pide como colchones, alfombras, menajes del hogar o ropa de niños chicos.
Además, El Salvador ofrece mucha orientación e información a las personas que le necesitan en asuntos como rellenar solicitudes o dar a conocer prestaciones. «Digamos que a cualquier problema que la gente traiga le buscamos solución o lo derivamos hacia el sitio donde le pueden ayudar», asegura Guillén.