«O salía por la puerta grande o por la de la enfermería»
El isleño resultó corneado el viernes por el toro de su alternativa en Valverde del Camino y se recupera en Puerto Real «deseando volver ya»
| CÁDIZ Actualizado: GuardarEl mundo de los toros, como La luna, tiene dos caras. Una, la de los triunfos, el relumbrón, el papel couché y los contratos. La otra es la oculta, la de las cornadas, la mala fortuna, el rechinar de dientes y la falta de oportunidades. Allí quedan, apartados a veces sin razones artísticas objetivas hombres como José Caraballo, el isleño al que se le vino el mundo encima el viernes cuando el toro de su alternativa en Valverde del Camino le prendió de la pierna y lo dejó con un horizonte negro de dos meses sin torear y sin un contrato a la vista. Se recupera en el hospital de Puerto Real.
-¿Cómo se encuentra?
-He pasado una noche buenecita con los calmantes. Tengo mucho ánimo. Estoy deseando salir de aquí para volver.
-¿Cómo sucedió?
-El toro de Adolfo Martín se revolvía. Con un toro así ya sabes lo que hay y Javier Valverde -su padrino de alternativa- me dio unos consejos. Lo dí todo hasta que me echó mano. Sabía a lo que iba; no fue mala suerte. O salía por la puerta grande o por la de la enfermería. Desde el capote, el toro se metía hacia adentro. Con la muleta, le dí dos tandas por el derecho buenas, aunque se ceñía mucho. En un momento dado, se quedó tan corto que no tuve escapatoria. Al segundo derrote, me tiró la cornada y noté que me había metido el pitón por la pierna.
-¿Se dio cuenta de la gravedad en ese momento?
-En el aire noté cómo me partía el peroné y luego caí al suelo. Yo quería torearlo, pero me quedé sin fuerzas por el dolor del hueso.
-¿Duele más el dolor o la rabia?
-No lloré pero sí que se me saltaron las lágrimas de rabia, de la pena de que no me pudieran hacer un torniquete para matarlo al menos. La gente sabe que soy un torero que lo da todo, pero no tengo nada. Ni apoderado, ni contratos. Pero que la gente sepa que quiero ser torero y que eso es lo más importante para mí.
Dos meses parado
-¿Cuándo podrá reaparecer?
-Realmente, cuando me cogió lo que más me preocupaba fue la rotura del hueso, que es lo que más tarda en curar, pero afortunadamente no me tuvieron que poner clavos. Sólo un yeso. Sin embargo, hay mucho desgarro de músculos y tendones y creo que al menos estaré un mes y medio o dos meses sin torear.
-¿Le han asegurado otro cartel?
-Todavía no he hablado con el empresario de Valverde, pero espero que sí que me dé otra oportunidad. Con una de Adolfo o la que sea.
-Tomó la alternativa, pero no mató al animal. ¿Es matador de toros?
-Sí. Soy ya matador de toros.
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