El Madrid se aferra a su pegada para ganar en Anoeta

El Real Madrid dio muestras de su gran pegada en el partido del centenario de la Real Sociedad. Los guipuzcoanos vivieron un día de fiesta. Olvidaron por unas horas su purgatorio en Segunda División, vieron a Xabi Alonso jugar otra vez en su casa y a su equipo dar la cara en todo momento ante las estrellas blancas, aunque su inoperancia en ataque y la pegada de los 'merengues' les condenó a la derrota.

Manuel Pellegrini juntó por primera vez en la pretemporada a su equipo de gala. Es decir, Kaká, Cristiano Ronaldo, Benzemá y Raúl con la responsabilidad en ataque y Xabi Alonso dirigiendo el juego en el centro del campo. Además, el técnico chileno, en una apuesta ofensiva, dejó a Lass en el banquillo y confió en Guti como pareja del tolosarra. Más calidad era imposible.

Sin embargo, los primeros minutos fueron claramente de los donostiarras. Los locales salieron enchufados al partido y tanto Diego Rivas como Elustondo se hicieron con el mando del medio campo. Con un fútbol aguerrido y de entradas por banda, los blanquiazules se acercaron al área de Casillas, aunque sin crear peligro. Pellegrini se desgañitaba desde el banquillo pidiendo a sus hombres más movilidad. Los cuatro de arriba permutaban sus posiciones. Raúl y Benzema se dejaban caer a las bandas, mientras Cristiano y Kaká aparecían por el centro. Los nuevos 'galácticos' sólo se dejaron ver en la primera parte con disparos lejanos, sobre todo el extremo portugués, que obligó al meta Bravo a lucirse con un par de intervenciones.

Las ganas y el entusiasmo local desaparecieron según se terminaba la gasolina y dio paso a la calidad de los blancos. Xabi Alonso tomó las riendas del equipo y la circulación del balón 'merengue' fue más fluida. El partido dejó claro que si al Madrid se le deja tocar, no tiene nada que envidiar al Barcelona. El problema es que lo hace sólo a chispazos, lejos del automatismo perfecto de los 'culés'. La Real Sociedad no se arrugó en ningún momento y se atrevió a jugar de tú a tú a los madrileños. El ímpetu de Johnatan y Prieto dejó en evidencia a los laterales Drenthe y Miguel Torres.

En la segunda parte el Madrid juntó más las líneas, lo que dificultó el juego a los donostiarras. Una falta botada por Cristiano fue repelida por Bravo, pero el rechace fue a parar a Benzema que no perdonó y logró su tercer gol como madridista. Después del tanto, el partido se desinfló por el maremágnum de cambios propio de un partido amistoso. Sneijder puso el punto y final al partido con un golazo de falta.